domingo, 25 de mayo de 2014

Tengo motivos para hacerlo.



Aun sin saber los resultados en el resto de la región, ni siquiera en el resto del país, me aventuro a decir que en Olivenza, el Socialismo hoy sonríe. Sobre todo, no es que sonriamos quienes militamos, sino quiénes de nuevo nos han otorgado su confianza en las urnas, y quienes han creído que llegaba el momento de volver a confiar en nosotros. Esos que probablemente estuvieron lejos porque nos olvidamos de lo que era la izquierda (en parte), y esos que están ahí porque saben que de los errores se pierden y llevamos muchos años tratando de enmendarlos.

Aun quedan muchas cosas por hacer, y de hecho, la abstención ha sido alta, pero puedo deciros que hoy me siento orgullosa de mi pueblo y de quiénes hayan ido a votar lo hayan hecho con conciencia. Siempre digo que el tiempo lo devuelve todo y que no se queda con nada de nadie, y creo que nos merecíamos este triunfo en la localidad para volver a reunirnos y celebrar algo juntos. He visto caras de alegría y felicidad, he sentido el compañerismo durante toda la jornada, y sobre todo, me he acordado de mi abuelo, ya que si estoy aquí y si sigo estando aquí es por él.

Gracias a quiénes habéis hecho grandes esfuerzos por ir a votar, a esas personas mayores que no se olvidan de su compromiso con las urnas pese a tener dolores todos los días, a mi abuelo, por concederme de nuevo, un año más, el placer de llevarle a votar a pie de urna, a mis vecinas por no olvidarse de todo lo que hicieron sus padres y por no tener pelos en la lengua y decir lo que votan, y sobre todo, a Olivenza, por devolverme una pequeña pizca de ilusión.

Estoy algo lejos, pero no me he ido. Y quiénes de verdad me conocéis, que no sois tantos como os pensáis, sabréis que no me he ido a ninguna parte, sino que simplemente estoy reconstruyendo mi vida. Decidí tomarme un tiempo, y lo seguiré haciendo porque creo que es sano para mí y nada tóxico para mi vida, pero estaré la primera en las asambleas, para hablar de Olivenza, para hablar del PSOE y para hablar de la necesidad de cambios regenerativos en la Política. Tenemos que reescribir la historia del PSOE en Olivenza, y yo estaré cerca para seguirlo intentando.

Recordad, no me he ido, sigo aquí, y con pasito lento y con diálogo, continuaremos esta andadura, gracias Olivenza, abuelito, espero que hoy de nuevo hayas sentido ese orgullo de saber que las urnas están llenas de puños y rosas.

Te quiero,

María. 

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