martes, 25 de octubre de 2011

Soy de la era Zapatero.

Cuando tenía apenas 13 años y veía el telediario con mis padres y mi abuela mientras comíamos, mi madre comentaba cada noticia y yo ponía la oreja para no perder detalle. Mientras tanto, mi padre se ofuscaba y le decía a mi madre: "ya verás la niña, como le vas a poner la cabeza con la política, que la política es asquerosa". Y aquí me tenéis..."tocada y hundida" y untada en la política hasta el fondo.

Mi padre sabía que o mi hermano o yo teníamos que saber apreciar la política tanto como mi abuelo y mi madre lo hacían. Efectivamente, fui yo la que aprendió a ver la política como un arte, porque saber entender a la gente y saber transformar esas demandas en realidades, no es más que un arte al que no todos quieren dedicarse.

Cuando Aznar salía en la tele, recuerdo que mi madre se enfadaba y decía "este hombre, con ese pelo, que parece que le ha lamido una vaca", y yo me reía... Mi madre hablaba con la televisión, igual que hago yo ahora cuando está saliendo algo que me saca de mis casillas... Después pienso: "María, pero si no te escuchan...y si les tuvieras delante igual tampoco se pararían a hacerlo".

Yo aprendía a creer en la política porque mi abuelo desde pequeña me había enseñado lo que era su trabajo diario, por el que por cierto, no cobraba nada. Al fallecer mi abuelo, cuando yo tenía 7 añitos, comencé a ver a mi madre más inmiscuida en la política. Aunque ya había sido concejala, recuerdo que me llevaba con ella a votar, y una de las veces, cuando mis padres y yo íbamos de camino al colegio electoral, yo le dije: ¿Mamá, cuándo voy a poder votar?, ella me respondió: Cuando tengas 18 años.  No podéis imaginaros, la de veces que soñaba que podía votar, y ahora que puedo, no voy a desperdiciar ni una sola de las oportunidades que me brinda la democracia de poder decidir.

En el año 2004 se preveía una victoria del PP, mejor dicho, las encuestas preveían una victoria no muy holgada del Partido Popular, aunque como respuesta a la manipulación de los medios, la falta de sentido democrático, las malas formas y la tergiversación continua por parte del partido del gobierno, los ciudadanos el 14 de marzo depositaron su confianza mayoritariamente en el Partido Socialista encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero.

Los atentados del 11M por parte del terrorismo islámico fue un hecho no tan decisivo como muchos se creen. El PP ya no gozaba de la confianza de quienes en el año 2000 le habían otorgado la mayoría absoluta y el tratamiento que se le dio al atentado, hizo que los electores que podían estar dudosos, cambiasen su voto al percibir algo raro que no era más que el tratar de convencer a la opinión pública de cosas que no habían sucedido aun negando lo evidente.

José Luis Rodríguez Zapatero, tras su llegada al gobierno, cumplió lo que había prometido en la campaña electoral y retiró las tropas de Irak. Ahora, se va con ETA derrotada.

La primera vez que le vi fue en el año 2006 en la IUSY, que es nada más y nada menos que el encuentro internacional de jóvenes socialistas que se realiza cada 3 o 4 años en diferentes países del mundo. Fue cercano, sencillo... y me dio un abrazo sin pedírselo. Se ganó mi confianza y mis ganas de confiar en la política. Ese mismo año, me afilié a Juventudes Socialistas.

En el año 2007, Guillermo Fernández Vara fue proclamado candidato a la presidencia de la Junta de Extremadura. Su cercanía, el gran cariño que me tiene y su manera de hacer política me embaucaron en este nuevo camino. Es mi político de referencia, un modelo a seguir, un político que no deja de sorprenderme y una persona sorprendente.

Ellos han hecho que mis ganas aumentasen cuando peor estaba de ánimos, han hecho que me ilusionase después de la decepción y han hecho que para mí la política signifique más que eso. Hacer política es saber escuchar y saber trasladar lo que la gente te dice. Hacer política es algo más que cobrar X dinero por estar en un despacho, hacer política es saber entender lo que quieren quienes de ti dependen.

A los dos, gracias, y por supuesto, a mi madre... no tendría vida para agradecérselo todo. Gracias mamá, por escucharme cuando más indignada estoy y por creer en mí incluso cuando ni yo misma puedo lograrlo. A ti abuelo, tan sólo tengo una cosa que decirte: No te voy a defraudar.

Gracias ;)

María Núñez.


miércoles, 19 de octubre de 2011

Políticos vs tecnócratas...¿O no?

Existen diversas acepciones de poder, pero a voz de pronto, podríamos decir que es la posesión o tenencia de una cosa.

Yo hablaría del poder sobre el propio poder. Es decir, el hecho de que exista una autoridad superior que obligue a instancias inferiores a llevar a cabo determinados actos, pero a su vez, el poder ejerce posesión sobre el propio poder.

En política no sólo hay políticos, también hay técnicos, o lo que comúnmente se denominan, tecnócratas. Y yo lanzo una pregunta al vuelo, ¿deben los políticos ser expertos? ¿deben los expertos ser políticos?

Es evidente que política y gestión son cosas distintas, pero a su vez se compenetran. Y se compenetran tanto, que una sin la otra nunca llegaría muy lejos. Hay buenos gestores que quizás no sean buenos políticos, y buenos políticos con grandes dotes de oratoria que no tienen por qué ser buenos gestores. La gestión se corresponde con el hacer, la política con el saber explicar. Creo que un político debe ser un buen gestor, y viceversa, un buen gestor debe ser un buen político.

Tener la capacidad de entender las demandas de los ciudadanos y ponerlas en práctica es un don. No sabría como catalogar ese don, pero todos podemos hacerlo, es tan fácil, que sólo consiste en escuchar lo nos dicen quienes están siendo gobernados y deciden cada cuatro años ejerciendo su derecho al voto.

Por suerte, al hablar de democracia hablamos también de elecciones. Hablamos nada más y nada menos que de elecciones competitivas dónde los partidos compiten por alcanzar el poder y llegar a la victoria. Compiten por convencer a los ciudadanos de que son la mejor opción para llegar al gobierno.

El liderazgo, el carisma, el don de gentes, la capacidad de escuchar, hacer y explicar son las características que todo político que se precie debe tener para también poder convertirse en un buen gestor.

Por su parte, los ciudadanos se constituyen como la alternativa precursora del cambio cuando creen que los políticos no hacen por ellos lo que debieran. El inicio de una protesta social puede desembocar en un movimiento social al que muchos apoyan de manera masiva. Aquéllo que muchos políticos no se atreven a criticar ni cambiar por estar sujetos a otras instancias de poder es lo que los ciudadanos critican cuando protestan de manera inconformista contra un sistema que debe cambiar. La defensa de derechos imprescindibles, la exigencia de obligaciones necesarias y la necesidad de sentir a los políticos mucho más cerca son tres de los factores que acompañan a un movimiento que se ha convertido en un hito para la historia de nuestro país.

No podemos olvidar que sin ciudadanos a los que representar no hay política que hacer. Si tuviera que decantarme por un sistema de democracia participativa o representativa me quedaría en el centro de ambas. Quiero una democracia dónde la Constitución la reformen los ciudadanos y no los dos partidos más grandes del Parlamento, quiero una democracia dónde la igualdad sea una bandera y la educación sea la insigna principal, quiero una democracia dónde los políticos nos representen a todos y no sólo a unos pocos. No sé si lo que pido es imposible, pero si no lo pidiese, me estaría convertiendo en una socialista que se conforma con todo lo que sucede a su alrededor y que no tiene la mente puesta en que un futuro mucho mejor es posible.

viernes, 7 de octubre de 2011

Mi asignatura pendiente.

Un disfraz nos hace sentirnos libres, diferentes. Aquéllo que quizás nunca antes habíamos experimentado.

En ocasiones creemos que el mundo está en nuestras manos, en otras, nos sentimos vulnerables como si el mundo pudiese moldearnos a su antojo.

Tenemos sueños, pretensiones y objetivos por cumplir en la vida. El lema del comienzo de nuestra vida, desde el primer día hasta el último debería ser: "Encuentra tu historia".

Pero la realidad es que no se trata de una sola historia sino de cientos de ellas. Historias en blanco y negro, sepia, incluso en color. En ocasiones, lanzamos palabras al viento, algunas veces llegan, aunque la mayoría de ellas, sólo marcan un punto y seguido en esa historia de la que hablaba antes.

Incertidumbre, deseo, pero a la vez miedo. Miedo a enamorarme y que sea difícil dar un paso atrás si me equivoco. Las cosas ocurren por algo, tienen un por qué aunque a veces no lo encontremos. Pero a nadie le gusta perder, y yo no iba a ser menos en este mundo de locos. Hay trenes en la vida que no te dan la posibilidad de bajar, pero tampoco de perderlo, por eso, es importante estar seguros de nuestras decisiones así como de medir los tiempos.

No siempre es fácil estar seguros de nuestras decisiones, incluso, me atrevería a decir que en la mayoría de los casos es imposible, y más aun cuando nuestra decisión influye directa o indirectamente a otras personas.

Y de repente... un día aparece esa persona por la que lo daríamos todo. Cosquilleos continuos en el estómago, nervios a flor de piel, pero a la vez miedo, mucho miedo... Es él, esa persona capaz de hacerme sonreír incluso cuando más triste me encuentro, cuando mi sonrisa es todo un reto para mi rostro... Pero lo veo imposible... ¿por qué un chico como él se fijaría en una chica como yo?

Con el paso del tiempo he aprendido a confiar en mi misma, en mis posibilidades. He aprendido a valorarme y a escuchar a aquéllos que dicen quererme. Pero siendo sincera, tal y como siempre lo soy, he de reconocer que tengo una lección pendiente en la vida: Creer en mi tanto como muchos de vosotros lo hacéis.
Es una asignatura pendiente: Esa a la que nunca me presento en febrero por miedo a suspender, esa que en junio olvido que tengo por hacer y a la que me enfrento cada septiembre quedándome al borde del aprobado.

Esta asignatura no quiero aprobarla de manera mediocre, quiero superarla con esfuerzo, ganas y tesón porque sé que hasta que yo no crea en mí misma, será difícil que otros puedan hacerlo.


"Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades." (Wayne W. Dyer)

María.