domingo, 2 de noviembre de 2014

Llega un día...

Llega un día en el que te planteas qué escribir, cómo hacerlo, hacia quién dirigirte... No sabes por qué, pero algo se remueve por dentro, algo que te impulsa a tomar determinadas decisiones y a llevar a cabo según qué proyectos.

Y es en ese momento cuando dejas de plantearte que necesitas lo que hasta el momento tanto habías buscado y que sin suerte habías encontrado. Porque realmente, eso llega, no se busca, tan sólo hay que estar en lugar y momentos indicados, sin esperar nada pero sin cerrarse a recibir algo.

La vida es así, un cúmulo de circunstancias donde el camino lo marcamos nosotros, sólo nosotros, con todas y cada una de las decisiones que a lo largo de ella tomamos. Y sí, pudo ser, pero si no fue, es que realmente no tenía que ser. Y ese día, te miras en el espejo y simplemente piensas: Yo puedo. Y realmente, podrás. 


María.