miércoles, 27 de febrero de 2013

Cuéntame otra vez.


A nuestra vida llegan personas que no esperamos, que nos descolocan, que nos rompen los esquemas, que nos hacen reír y después llorar, sin quererlo quizás, o queriéndolo. Pero de un modo u otro, acaban marcando una etapa en nuestra existencia, etapa que sólo el tiempo es capaz de dejar atrás. Reconozco que me cuesta dejar atrás lo que añoro, lo que quiero y lo que echo de menos, aunque sin querer, lo extraño. Del ayer tengo nostalgia, del mañana siento deseo, y del ahora quiero sentir paz. 

Pero la realidad es bien distinta, ya que no elegimos lo que queremos y lo que no queremos. Hoy le decía a un amigo que no me gustaba echar de menos a la gente, y el me ha contestado algo así como que "tener sentimientos en la distancia no era bueno". Reconozco que por un momento me he quedado pensando que podía tener razón, pero por otro he llegado a la conclusión rotunda de que no la tiene. Las personas en ocasiones cometemos el error de llevar algo al extremo, el amor, el cariño, y en ocasiones hasta la amistad. Ambas pueden llevar a la obsesión. Pero si ninguna de estas tres "sensaciones" se lleva al extremo, se convierte en ideal. No obstante, y retomando el tema de antes, no considero que distancia sea una contraposición a sentimientos; si bien es cierto que puede ser un arma de doble filo no siempre tiene por qué ser así. Y eso depende de las personas, que como dice el dicho, cada una es un mundo. 

Con la distancia yo he aprendido a echar de menos a mis amigos de Olivenza, a sentir deseo por verles cuando pasan determinadas semanas, y a recobrar esos recuerdos del pasado cada vez que nos vemos. La distancia ha hecho que me vuelva aun más sensible, quizás sea la madurez, hace que reflexione, que me ponga límites. Pero no se trata de límites de cobardía, se trata de límites a lo que es y a lo que no puede ser.

Toda persona que alguna vez nos ha importado lo suficiente deja huella en nosotros, quien entró en nuestra vida sin ser esperado, quién llegó a causa de la "casualidad", esa en quien jamás no hubiéramos fijado de "no haber sido por", aquella que nos hizo daño sin querer, la que nos vio llorar, con la que pudimos hablar como personas civilizadas y quien hoy puede ser nuestro amigo. Estas son las diferentes fases por las que se puede llegar a pasar desde que se conoce a alguien que nos "descoloca" hasta que llega a ser caso uno más en nuestra vida. 

El tiempo cura las heridas, el tiempo cierra etapas, pero ni siquiera el tiempo hace que nos olvidemos de lo que vivimos. Al menos, en mí eso no ocurre. Esto quiere decir que todas y cada una de las personas que habéis pasado por mi vida, para bien o para mal habéis marcado en algo lo que soy, a fin de cuentas, la experiencia nos hace aprender y con los errores aprendemos a no tropezar dos veces en la misma piedra, o eso espero. 

María.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Una vez tuve un sueño.


Martin Luther King comenzaba su gran discurso con el famoso "I have a dream", yo hoy quiero hablaros de sueños, diferentes a los de este gran hombre, pero a fin de cuentas, sueños.

Hace poco un amigo me decía que tener una carrera no podía ser considerado un sueño, y que por tanto, debía darle otra definición de mi sueño. Yo me acabe enfadando con él por no respetar mi derecho a decidir cuál era mi sueño. Le dije que lo era porque desde pequeña me había esforzado para llegar a donde estoy ahora, porque conocía el esfuerzo de mis padres al poder pagarme los estudios, mis noches en vela, tardes y mañanas en bibliotecas ante los libros, mi incertidumbre ante la tardanza de una resolución de una beca... ¿Y que me dijera de manera contundente que eso NO PODÍA SER UN SUEÑO? No podía permitírselo. 

Le explicaba que creía en la igualdad de oportunidades para que todos pudiésemos partir de la misma base. Le expliqué además que igualdad de oportunidades no consiste en que te regalen el acceso a una carrera, que te aprueben la resolución de una beca si no has superado un número X de créditos o que directamente te enchufen en un trabajo por tu cara bonita. Trataba de mostrarle la realidad, la cruda realidad por la que este país lamentablemente está teniendo que pasar; esa realidad en la que ya son muchos los que se quedan sin poder estudiar porque no tienen  dinero para hacerlo, realidad en la que muchos niños y niñas ven como sus padres son desahuciados de sus casas y ellos de su infancia feliz, realidad en la que nuestros abuelos y nuestras abuelas están siendo relegados a una segunda posición. Este no es el sueño que yo tuve aquél día, este no es el sueño que mis abuelos tuvieron cuando eran jóvenes, ni el que mis padres tenían cuando se casaron.

Me pregunto dónde habrá ido a parar "este gran país". El otro día, mientras escuchaba a mi murga preferida -La Caidita- no podía evitar recordar esas palabras "de un gran país, de un gran país". 

Hoy hablaba con un amigo y me contaba que quería marcharse fuera porque aquí no encuentra trabajo. Esta es la realidad de este país, nuestros talentos se marchan a triunfar en el extranjero porque en España no tienen oportunidad de hacerlo. Mientras tanto las tramas de corrupción siguen salpicando en los telediarios, la Familia Real cada día está más "indefensa" ante el triunfo de la verdad, y el Gobierno aprueba paquetes de medidas que es mejor no conocer por riesgo de infarto. Pensaba que la dignidad existía, pensaba que existía la igualdad de oportunidades, pensaba de verdad que existía la justicia, pero cada día que pasa, mi sueño se desvanece. 

Y si mi amigo, el del otro día, después de leer esto, me dice que tener una carrera y encontrar trabajo no es un sueño, es que no vive en el mismo país que yo.


María Núñez.

viernes, 15 de febrero de 2013

Carta abierta a Helitt: Abandonando Extremadura.



En marzo de 2012 Helitt llegaba a Extremadura a llenar de esperanzas la comunidad autónoma a la que siempre llegan muchas promesas y pocas se acaban cumpliendo. Aun no entiendo el motivo por el cual muchos creen que no debemos tener los mismos derechos que el resto, que por “defecto” somos “inferiores” o que el “café para todos” se ha acabado.

Monago prometía que el contrato con Helitt se cumpliría, ofertaban vuelos baratos, y la calidad-precio estaba garantizada; pero al pasar los meses, las tasas impuestas por la compañía aérea subían haciendo poco asequibles los billetes de vuelo para los pasajeros extremeños.

Los retrasos multitudinarios en los vuelos, las cancelaciones en ocasiones sin previo aviso, los autobuses que trasladaban pasajeros del aeropuerto de Badajoz al de Madrid, y viceversa, así como el cambio de vuelos y los horarios en ocasiones sin comunicarlo, se convirtieron casi en una práctica cotidiana de la compañía Helitt Líneas Aéreas.

Como pasajera afectada, desde aquí no puedo más que mostrar mi descontento con la compañía aérea que vino a Extremadura a sembrar esperanzas entre una ciudadanía que está cansada de sufrir engaños y estafas por parte de quienes detentan el poder.
Helitt Líneas Aéreas continuó vendiendo billetes para volar desde Badajoz-Madrid y Madrid-Badajoz, a sabiendas de que abandonarían el aeropuerto de Badajoz. En las últimas semanas los incidentes se multiplicaban, los vuelos se retrasaban y otros eran cancelados, y en este caso, los pasajeros temíamos el momento en que llegábamos al aeropuerto debido a la incertidumbre que la compañía sembraba en nosotros. Personalmente, yo no compraba los vuelos con seguridad y en más de una ocasión sufrí trastornos en mis actividades profesionales y académicas debido a las cancelaciones y retrasos propiciados por Helitt.
A día de hoy, la compañía ha abandonado el aeropuerto de Badajoz sin previo aviso, sin reembolsar la cuantía de los billetes comprados a los afectados, sin descolgar el teléfono para atender a los afectados y  sin responder a los correos electrónicos que  los pasajeros envían para trasladar sus quejas y reivindicar sus derechos.

De nuevo los extremeños y extremeñas hemos sido estafados, y en este caso duele aun más, porque se trata de dinero público, dinero que de nuestros impuestos, una compañía aérea ha sabido aprovechar para cultivar aun más la riqueza de su dueño, quien hace unos días aparecía en un famoso programa de televisión jactándose de su grandiosa riqueza.

Mi pregunta es, ¿es este el futuro que siempre le esperará a Extremadura? ¿Promesas incumplidas, estafas de empresas y juego sucio con dinero público? Los ciudadanos deberíamos tener una respuesta para esto, no somos marionetas en mano de gobiernos que nos engañan, ni mucho menos en empresas que vienen a nuestra tierra a plantar ilusiones y al cabo de los meses a dejar decepciones. Desde aquí, animo a toda aquella persona que haya sido una afectada más de esta gran estafa, a que reclame y  reivindique sus derechos, porque aseguro además que yo llegaré hasta el final porque si algo no tolero son las injusticias y las desigualdades. Y en Extremadura, ya se han cometido demasiadas injusticias y demasiadas desigualdades como para que de nuevo, algo tan grave como esto, caiga en saco roto.

Además, y a modo de petición, ruego a la Junta de Extremadura que tome medidas en el asunto y que no sólo se limite a contratar a otra compañía para que efectúe los vuelos, sino que además se asegure que no nos va a dejar tirados y que cumpla con su cometido. Del mismo modo, espero que desde el Gobierno de Extremadura se realicen las actuaciones pertinentes para que los ciudadanos afectados recuperemos nuestro dinero y en el caso debido su correspondiente indemnización por ausencia de culpa por nuestra parte.

Gracias.

María Núñez Rodríguez.
Extremeña estudiante de la Universidad Complutense de Madrid.


lunes, 11 de febrero de 2013

Un lunes de Carnaval.



Estos Carnavales los voy a recordar siempre, por lo que han sido y por lo que no me imaginaba que serían.
Por primera vez no los he pasado en Olivenza, y que me perdonen, pero si ha sido así es porque necesitaba vivir de verdad un Carnaval donde se oyen tambores a cualquier hora y donde la magia te envuelve por febrero. Puedo decir que la misión está cumplida.

El viernes las inmediaciones del López de Ayala estaban abarrotadas de gente disfrazada. Se escuchaban tambores, las murgas iban saliendo y entrando en el teatro y vi una ciudad iluminada y llena de alegría. Ni siquiera el frío y los escasos grados que acompañaban a la ciudad de Badajoz la convertían en un lugar oscuro ni mucho menos helado. 

Me venían a la mente multitud de recuerdos de mis 10 años en los Watussis. Y es que los años pasan pero el sentimiento comparsero que yo tengo dentro no se va ni a la de tres. A veces creo que nunca lo hubiera dejado de no ser porque la comparsa pasó a ser historia. Si a día de hoy siguiera existiendo, muy probablemente yo seguiría ahí. Pero de haber sido así, nunca habría subido a un escenario a cantar mis propias letras, y no sabría lo que significa estar en una murga. 

El viernes me paró mucha gente para saludarme, y cuando alguien me decía: ¿Eres María Olivenza? Entendía que las 2000 y pico de personas que me siguen en twitter leen lo que escribo. Les dije que a veces se me iba un poco la cabeza porque soy muy impulsiva y directa, y me dijeron que eso era lo que me hacía ser única. 

Ver las comparsas subir hasta la catedral tocando y bailando, escuchar a La Caidita, Al Maridi, Los 3w, Sikitrakys... todo eso me hizo pensar, y es que no puede pasar un carnaval más sin que yo vuelva a disfrutarlo de lleno y con compromiso. Cuando me comprometo con algo, lo hago con todas las de la ley, y al igual que decidí aquel 2006, un lunes de Carnaval, que al año siguiente saldría en la murga, hoy decido que el año que viene no lo paso de espectadora sino de participante. 

Vuelvo por febrero, por Carnaval.

Gracias por estos Carnavales y por haberme hecho disfrutar como una niña con juguete nuevo, a todos los que lo habéis hecho posible, mil gracias.

María Núñez. 

martes, 5 de febrero de 2013

La esperanza ciudadana.



Es un tiempo duro para el socialismo o el mal llamado socialismo. Y digo mal llamado, porque llevo un tiempo notando cierta distancia entre lo que a veces pensamos gran parte de quienes creemos en unos principios verdaderamente de izquierdas y lo que hacen los dirigentes de un partido, que en este caso se corresponde a la denominación de PSOE. 

Os mentiría si os dijese que no estoy decepcionada, y no considero que sea una actitud beligerante por mi parte ni mucho menos caduca de humildad, creo que como militante tengo derecho y deber de expresar lo que siento con respecto a las actitudes y actuaciones de una organización política que en teoría debería representarme, no sólo porque la voto sino porque además formo parte del todo que la compone. 

En estos días hemos visto como gran parte de la cúpula del PP a nivel nacional está implicada en graves casos de corrupción donde el dinero público ha sido el comodín para jugar con los ciudadanos y reírse de nosotros. El PSOE ha salido en los medios, pero sinceramente y con la que está cayendo, echo de menos un PSOE mucho más agresivo en las respuestas y en la oposición. No me vale de nada una oposición responsable ante un gobierno irresponsable. Y no sé en que acabará todo esto y a donde irá a parar lo que queda de "este gran país" que un día fue España. 

Soy una enamorada de la Política con mayúsculas, la que significó libertad para este país, la que equiparó en derechos a hombres y mujeres, indistintamente de su clase social, del color de su piel o de su condición sexual. Aquella España del 82, de pana y sin corbata, aquella que hizo a la gente creer en la política de verdad, desde la que se podía construir de verdad un país libre, democrático y donde los derechos humanos fuesen una condición clave para la consecución de la igualdad. No fue café para todos, sino derechos para todos. 

Pero mi pregunta, ¿Qué queda de todo aquello? ¿Qué queda de aquel PSOE que estaba en la calle, con la gente siendo ciudadanos de a pie como el resto? ¿Qué queda de trabajar de la mano de los trabajadores? Queda lo que se ve, lo que se siente, que yo no sé si es real o una pesadilla de estas que duran y duran... Y es que mientras sigamos pensando que todo va bien, que mientras que el PP caiga nosotros subiremos, un flaco favor le hacemos a los ciudadanos que a día de hoy siguen confiando en nosotros. Tienen valor para hacerlo, yo no sé si aguantaré mucho más, y os aseguro con la mano en el corazón, que esto que digo me duele mucho más que cualquier otra cosa. Para mí sería muy fácil defender todo lo que veo, pero tengo un defecto, y es que la sinceridad y la transparencia pueden conmigo y me impiden defender aquello en lo que no creo. 

Quienes nos critican con dureza, son quienes llevan toda su vida votando a un PSOE que día a día se ha ido adaptando a los cambios sociales, pero que últimamente espera que la ciudadanía actúe para después subirse al carro. Yo no quiero estar en un lugar donde la valentía no es la bandera para defender a la ciudadanía española, y si sigo aquí es porque mi conciencia me dice que aun hay esperanzas para volver a nuestro lugar. 

No toméis esto como una ofensa ni mucho menos, sino como la humilde opinión de una chica de 22 años de la mal llamada "generación perdida", con sueños por cumplir, alguien que cree en la igualdad y en la libertad, y alguien que vio en el PSOE el partido de la esperanza ciudadana, y que a día de hoy sigue buscando motivos para creer en él. 

domingo, 3 de febrero de 2013

La fiesta de la Libertad.



La magia que envuelve a febrero y que enero nos anticipa sólo tiene una razón, y es que la fiesta de la Libertad un año más vuelve a pasar unos días con nosotros. Vuelve a regalarnos lo mejor de las personas, letras de ensueño, empieza a revolver conciencias ciudadanas... Febrero sólo tiene una pega y es que los universitarios estamos de exámenes, aun así, este año una murga a la que guardo un gran cariño, "Los Chalaos" han dado una lección de que se puede ser "universitarios" y a la vez salir en Carnaval. La Caidita nos ha animado a tirarnos a la piscina, a la piscina de los sueños, la de los retos y la de los riesgos. Y es quien no arriesga no gana señores, y a veces tenemos que pasar trances complicados para valorar lo que tenemos. Salir en Carnaval es un regalo que nos da la vida, nadie hasta que no sube a un escenario o no sale en una comparsa, es capaz de comprender lo que el Carnaval puede unir... Y es que, hay un mandamiento más: "lo que ha unido el Carnaval, que no lo separe el hombre".

Los Chungos nos han puesto a la orden del día la realidad social, y es que de las crisis no se sale desde el neoliberalismo sino desde la solidaridad. Serendipity ha reivindicado lo que yo hago a menudo, el derecho de Extremadura a ser como el resto de Comunidades. No queremos café para todos, queremos tener lo mismo que el resto, no es tan complicado de entender, pero claro, hay que sufrirlo. 

Al Maridi muestra la realidad pacense, y es que también hay personas que viven en la calle, triste, pero cierto. Los Murallitas nos han enseñado que desde el cielo también se pueden ver las cosas, y por eso sé que Pablo estas semanas estará disfrutando como lo hacía con la Caidita. Los 3w han traído una idea innovadora, pero real, y es que cada cual puede ser quien quiera, y más en Carnaval. Y ha habido muchas más historias a destacar pero termino con la historia de la vida, la que los Espantaperros nos han contado a través de algo tan sencillo como es que nos salga un diente y el Ratoncito Pérez nos traiga un regalo; y los recuerdos de Dakipacasa... que son los recuerdos de todo el Carnaval de Badajoz y los Carnavaleros. 

El Carnaval es algo que se vive, que se siente dentro, que sale de las entrañas... algo por lo que nuestro tiempo es oro pero siempre insuficiente. Volver a casa para mi supone volver a vivir el Carnaval, y eso es sinónimo de Libertad, sinónimo de Felicidad. La Caidita resume perfectamente el sentimiento carnavalero a través de esta pequeña estrofa... 

"Y es tu agua Badajoz, la que me quiere mojar, la que inunda cada calle en carnaval, la que un año me faltó, y busqué por las esquinas, pero que me dio la fuerza pa' volver a esta piscina. Y que fluyan por tu voz , la ciudad de mis amores, pasodobles y canciones y que suenen los tambores, que se empapen los disfraces, que las penas se te olvidan, que es el aire de esta fiesta, el que a mi me da la vida..."

Sed libres y feliz Carnaval amigos y amigas. 

María Núñez.