miércoles, 29 de enero de 2014

Actos, reflejo de vida.

Pensé en escribir, tal y como lo hago siempre, en esta que como sabéis, es mi casa, y así seguirá siendo. Este es el lugar donde puedo decir lo que me sale del bolo, sin tener que dar explicaciones, sabiendo que puedo recibir críticas constructivas y destructivas, pero teniendo claro que no voy a permitir, ni por asomo, que quienes con maldad llegan hasta aquí, traten ni por momentos de robarme la ilusión con la que hago todo aquello que me hace sentir feliz.

Podrá sonar cursi lo que escribo, podrá gustar más o menos, podrá tener más o menos contenido político, social, económico o cultural, pero trato, siempre, y por encima de todo, que aguarde un gran contenido personal y sobre todo, con importantes dosis de humildad.

Veréis, nunca he necesitado pisotear el trabajo de nadie para destacar. Habrá habido momentos en los que me ha ido mejor, otros peor, unos más arriba, otros más abajo, pero siempre han sido fruto de mi esfuerzo, de mi ilusión y sobre todo del reconocimiento de quienes tenía alrededor. Y es que ya lo sabéis, que soy así, que os caeré mejor o peor, pero que no voy a cambiar. Cambiaré los errores, los que yo crea que cometo y los que la gente que me quiere considere que cometo. Pero, ¿cambiar porque gente que no me conozca me diga eres fea, mala, perversa, horrorosa, patética, inútil... o mil cosas más? ¿Estamos locos o qué? No es mi intención provocar a nadie, tan sólo escribo, en libertad y con mucha educación (que la tengo) de manera informativa. Señores, que sé que no soy perfecta, pero que tampoco lo quiero ser; que sé que no le caigo bien a todo el mundo, pero tampoco pretendo que eso suceda, y por supuesto, sé, que podría ser mejor de lo que soy, y es eso lo que intento cada día: Avanzar. 

Las críticas me hacen más fuerte cuando tengo a mi lado a personas que me hacen ver el sol cuando sólo hay niebla. No hay que perder de vista esa luz que nos guía en el camino, esa luz que son amigos, que es familia, que es gente que nos aprecia. Pero sobre todo, no debemos dejar que aquello que nos gusta se convierta en un calvario porque haya personas que traten de hacer que nuestro sueño sea una pesadilla. 

Quizás todo esto sea general, en realidad es un compendio de todo y de nada, sólo aquellos que sepáis ver más allá de lo que aparentemente se ve, entenderéis que hay razones y motivos por los que escribir, y sobre todo, razones y motivos por los que continuar. 

Buenas noches y hasta pronto. 

martes, 21 de enero de 2014

Queria daros las Gracias.

La vida a veces te sorprende, y lo hace de tal manera, que ni en nuestros mejores sueños hubiéramos imaginados muchas de las cosas que en ocasiones nos suceden por sorpresa.

En los últimos meses he pasado por momentos buenos y otros que no lo han sido tanto, pero siempre, ha habido alguien a mi lado que aun sin saberlo, ha sido capaz de dibujarme una sonrisa en los momentos más complicados. A quien me ha escuchado cuando lo necesitaba y cuando no, quien ha sido capaz de entenderme cuando a veces era casi misión imposible, a quien se ha acordado de mi dándome los buenos días y alegrándome la mañana, o con unas buenas noches y haciendo que durmiese como si nada. A quiénes a diario hacéis posible que en la tormenta se vea el sol y que el arco iris se dibuje fácilmente.

Veréis, cuando la vida te quita cosas en otros momentos te las devuelve, y quizás no haya tenido suerte en algunas, o no haya conocido a la persona indicada a la que pueda darle todo lo que me encantaría entregarle a una persona, pero mientras tanto, tengo una familia y unos amigos a los que cada día puedo demostrarles que hay motivos por los que seguir hacia adelante. 

Las tecnologías acercan al mundo... y a veces el cariño es más fuerte y más directo cuando hay personas que apenas te conocen pero que saben que cada cosa que haces, la haces de corazón. Y eso, es lo que me ocurre cuando este par de carnavaleros se proponen alegrarme el día. O cuando ese par de amigos que están cuando más les necesito hasta las tantas, son capaces de evadirme de un mar de lágrimas, o esa amiga que me dice: ¡nos vamos de tapas y se acaba todo! llega a hacerme ver que hay vida más allá de los libros... ¿Para qué nombrarles? Ellos saben quienes son, y os soy sincera, estoy cambiando mi vida, mis hábitos, y mi mundo, y lo estoy haciendo porque creo que esta es la mejor manera de poder ser feliz.

Los detalles más insignificantes son aquellos capaces de cambiar un día nublado por uno SOLeado ;) y me ha quedado un pareado.

Buenas noches y mil millones de gracias. 

martes, 14 de enero de 2014

El riesgo estratégico de la vida.

Mirar al horizonte y no ver nada; sentir que fallas a los que confiaron en ti, a los que te dieron la oportunidad que necesitabas para seguir creyendo en ti misma, para seguir caminando con la cabeza en alto. Y es cuando el tiempo pasa, cuando te das cuenta de que ni siquiera fuiste capaz de cumplir lo que te propusiste, ni en lo personal, ni en lo profesional, ni en lo académico. Y cuando este sucede amigos, algo va mal. 

Cada decisión tomada condiciona al resto y viene precedida por las anteriores. Cada una de ellas ha sido meditada y planificada, aunque quizás de manera rígida. Cuando en Marketing se toma una decisión o se pone en marcha un plan estratégico demasiado rígido, se corre el riesgo de que provoque el efecto contrario. El efecto de la "no planificación", pero sobre todo, de la mala planificación.

La vida, es como dirigir estratégicamente, un conjunto de acciones y decisiones emprendidas pensando en el largo plazo, con el fin de que surtan efecto en el corto y medio plazo, al amparo de conseguir nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo. Vivir es como venderse (pero no al mejor postor), venderse en el sentido figurado, porque aunque nos cueste creerlo, somos pura mercancía. 

Quizás haya planificado mal, o no, o quizás planifiqué bien, pero los cambios que se han producido en el entorno me llevan a un cambio en la planificación. Entre las opciones en la toma de decisiones a veces dudamos, tenemos diferentes caminos para escoger tan sólo uno. ¿Complicado, no? 

Y es aquí donde me encuentro. Como cuando una empresa está a punto de despegar pero tiene miedo porque sabe que corre el riesgo de perderlo todo a cambio de nada, o quizás sí, a cambio de aprender, pero sobre todo, de emprender. Y esto mismo es lo que voy a llamar: el riesgo estratégico de la vida. Ese riesgo que en algún momento necesitamos correr para saber si podrían ir mejor las cosas si afrontamos lo que ya no queremos a cambio de lo que sí queremos, aunque sea más complicado, todo sea por haberlo intentado. 

viernes, 10 de enero de 2014

Cuando el tiempo nos alcanza.

Cuando el tiempo nos alcanza comenzamos a entender por qué han ocurrido algunas cosas que han desestabilizado por completo algunos de nuestros planes. Lo que hace un año eran prioridades para nosotros ahora o pueden ser tan sólo recuerdos. Y es que la vida es así, cambiamos al ritmo que se producen cambios a nuestro alrededor.

Si en los últimos tiempos habéis sentido que la vida os quitaba cosas es porque dentro de no mucho empezaréis a ganar otras. Como el ciclo de vida de un producto, la vida de presenta como un ciclo de subidas y bajadas, de introducción, de crecimiento, madurez y declive. Y el análisis de todos estos condicionantes nos lleva a una crisis continúa en un tiempo determinado; crisis en las que nos paramos a preguntarnos cómo pero sobre todo por qué. Cuando preguntamos por qué queremos llegar a un fin, pero cuando nos preguntamos cómo es porque queremos que no vuelva a repetirse. El cómo nos enseña a reflexionar, pensar y madurar nuestras reflexiones; mientras que el por qué nos ayuda a aprender de un acto puntual que puede haber sido decisivo para el resto de nuestra vida. 

Y una última cosa, la vida es demasiado corta como para que nos dediquemos a hacer lo que otros esperan de nosotros, no dejes que nadie te rompa un sueño, acabe con un proyecto que con ilusión emprendiste o destroce tu ilusión por hacerte creer que no merece la pena. No dejes que sean otros los que vivan tu vida, vívela sin tener que explicar a los demás por qué lo haces, y hazles saber que ninguna opinión te hará cambiar tu perspectiva sobre lo que realmente es importante para ti. 

Primera lección: Motivación para generar ilusión.