domingo, 27 de abril de 2014

Quédate a mi lado.



Gran cantidad de veces me he parado a pensar por qué tuvo que ser él y no otra persona. Él apareció cuando mi vida más estaba cambiando, cuando ese punto de inflexión hizo su efecto de lleno. Siempre será especial por todo lo que supuso conocerle, no sólo por él mismo, -algo que en sí ya es tremendamente especial-, sino por el entorno y lo que pude aprender de los pequeños detalles. Y pasa el tiempo, y pasan los días, y todo acaba sucediendo con la presión directa de un efecto desencadenador. Sabía que el mundo era un pañuelo, que todo es imposible hasta que sucede, y que lo imposible sólo tarda un poco más. 

Y por eso, ese algo que resultaba ser imposible, comenzó a surgir como si de una leve sintonía se tratase. Las palabras fluyen, los minutos fluyen y el tiempo transcurre con ello. Y es que el tiempo tiene respuestas para todo, incluso para todo aquello para lo que meses antes no las hubiésemos encontrado. Quizás sea complicado, pero creo que merecerá la pena. Siempre que he visto que algo era tan imposible como para haber acabado con mi paciencia, he decidido dejar ese barco para seguir sola mi camino. Y las oportunidades son eso, son el medio de transporte que nos llevan a cualquier lugar. O bueno, no se trata de cualquier lugar, se trata de ese lugar con una persona en concreto. 

No tenéis por qué conocer todavía ese lugar, y mucho menos esa persona, pero si creéis en vosotros mismos, y dais verdadero valor a todo lo que sois, es más que probable que tanto el lugar como la persona, estén de camino. Y el camino podrá ser corto o largo, pero es a fin de cuentas un camino por el que probablemente haya obstáculos que saltar. 

Porque los obstáculos se saltan cogiendo carrerilla y no corriendo en dirección contraria.

Hay días en los que a pesar de salir el sol, la niebla se apodera de nosotros, quizás sea uno de esos días, pero será cuestión de tiempo, y el cielo se irá despejando poco a poco, cada día más. Y cada día, desde hace varias semanas, el sol comienza a salir, unos días más que otros, pero no deja de salir.

sábado, 19 de abril de 2014

Lo difícil se hace fácil, y lo fácil resulta complicado.

En ocasiones quizás nos complicamos la vida. Y digo en ocasiones, porque cuando tratamos de dar consejos a alguien se hace efectivo el dicho: "Consejos vendo que para mí no tengo". Y es en este sentido, cuando quizás, tiempo después, en el momento que deberíamos poner en marcha esos consejos tan sabios que nos atrevemos a dar a quiénes nos rodean, nos demos cuenta de que a veces lo fácil resulta complicado, y lo complicado es más fácil de lo que pensábamos de primeras. 

Llevaba días queriendo escribir sobre algo, pero no había encontrado las palabras exactas para hacerlo. No encontraba las palabras concretas para maquillarlo lo suficiente, ni las reales para hacerlo lo más natural posible. Buscaba un término intermedio, es que hoy, días después, estoy pudiendo utilizar. 

Aprendí, aunque a veces me sigue costando, a mirar las cosas en perspectiva. Un amigo en Madrid siempre me decía que el tiempo tiene respuestas para todo, y es cierto. Si todo se mira en términos absolutos llegamos a volvernos locos, a cambiar de opinión cada dos por tres y a volver locos a quienes tenemos alrededor. ¡Con lo fácil que es llevarse bien con la gente cuando uno va de frente! Y sí, además, resulta fácil cuando el problema es de otros y no nuestro. Pero en este caso, que no hablo de otros sino de mí, estoy siendo capaz de mirar en perspectiva cuando en otro momento de mi vida me habría sentido tocada y hundida. 

Los tiempos cambian, la manera de ver las cosas también, y quizás sea ahora cuando surtan efecto aquellas noches de Buhardilla en las que pude conocer tantas y tan buenas personas que a día de hoy son importantes para mí. Será ahora cuando surtan efecto aquellas conversaciones entre música y melodías de Carnaval de fondo, o las que tenía con diferentes personas en los descansos del López. O será ahora cuando las estrofas de Tino Tovar me hagan pensar de verdad en términos relativos. No sé si será todo eso, o si no será, pero de lo que estoy segura es de saber qué quiero, y no es precisamente complicar lo que es fácil ni mucho menos, complicar aun más lo que ya es complicado. 

Dar valor a las personas no supone hacerles la vida más difícil, sino en la medida de lo posible facilitarles lo que está en nuestra mano. Y entre el tiempo, las palabras y los hechos, descubriremos todo lo demás. Porque la vida es bonita para ser vivida, pero no para lamentarse de lo que podría haber pasado y nunca pasó. Sin rodeos, sin mareos, y sin necesidad de subirme a una noria ficticia, creo haber dejado claro todo lo que quería dejar claro.

Buenas tardes, y a todos, buena suerte :) 

María. 

sábado, 5 de abril de 2014

Noches de vino y rosas.


Como aquella llamada que esperabas pero nunca llegó,
como aquel beso que sentiste por primera vez y quisiste volver a sentir, pro nunca llegó...
como las nubes cuando pasan, pero nunca vuelven a ser las mismas,
como los sueños, que parecen reales, pero acaban por desvanecerse,
como las hojas que caen dejando atrás el verano y dando paso al otoño...
como las oportunidades que van y vienen, pero nunca vuelven a ser las mismas,
como los trenes, los aviones y los barcos,
como las olas del mar,
como nosotros, como tú, como yo...
como aquel recuerdo que no quiere decirte adiós,
como el último beso, el último abrazo, la última mirada,
como aquella tarde, aquella mañana y aquella noche...
como la vida misma, que única y pasa sin más...


Aquél día prometí seguir mi camino sin mirar atrás. No siempre he podido cumplir esa promesa, hay veces que mirar atrás me ha permitido recordar por qué llegué hasta aquí.

Estas infinitas noches de vino y rosas son algo más que eso. La reflexión embauca las mentes, y tan sólo basta  con hacer un simple "clic" para que todo vuelva al punto de partida. Un punto de partida difuso, un camino con niebla, y una meta que parece no llegar.



Como si de una carrera en el desierto se tratase, así es la vida, algo difuminada en ocasiones, como una foto con filtro de instagram, o como el mensajes que esperabas pero nunca llegó, o la llamada que ansiabas pero nunca llegó... o el beso con soñabas, pero nunca llegó. Es tal vez esa persona con la que sueñas, de la cual conoces su nombre, su cara, su vida al completo, su esencia... es esa persona la que decide entregarte muchas de estas cosas que "nunca llegan". Y cuando lleguen, quizás sea porque esa misma persona que bloqueaba nuestra mente, ha decidido seguir su carrera en el desierto sin esperar por nosotros; y será tal vez en ese momento, cuando el punto de partida deje de ser difuso, el camino deje de tener niebla y cuando por fin acabe por llegar la meta.