domingo, 12 de junio de 2011

Momento de hacer autocrítica.

Cuando comencé a militar en Juventudes Socialistas, me di cuenta de que no se trataba de un simple hobby, sabía, que estaba tomando una de las decisiones más importantes de mi vida. A muchos podrá pareceros una tontería, pero puedo decir y digo, que a partir de ese momento, mi vida empezó a cambiar.

Ya no sólo por la cantidad de amigos y compañeros con los que me he encontrado en el camino, y muchos de ellos, la gran mayoría diría yo, mis mejores amigos; sino porque realmente, hago lo que siempre quise: Ser yo misma en una organización dónde me dejan serlo.

Estas navidades me afilié al PSOE, creo que lo he comentado ya por aquí, y ahora más que nunca me siento socialista. Y me siento así porque creo que es nuestro momento. Es el momento de cambiar la estructura y es el momento de que las bases seamos partícipes de este cambio. Nos enfrentamos a situaciones adversas, pero vamos a salir de esta.

Cuando tienen lugar unas elecciones, debemos salir a ganar el partido, porque si salimos a empatarlo, me temo, que lo perderemos. Las causas por las que nuestro país se ha teñido de azul casi al completo pueden ser muchas, pero yo voy a detenerme en una y en la que quizás considero la más importante.

La marca PSOE está devaluada, el haber centrado la campaña electoral en las generales en la figura de Zapatero, ha hecho que hoy podamos estar aquí. En un contexto de crisis internacional dónde un partido de izquierdas ha tomado medidas de derechas, es algo que la ciudadanía no perdona y que nuestros votantes castigan. Creo sinceramente que ha llegado el momento de dar un giro a la izquierda, ha llegado el momento del PSOE y ha llegado el momento de tomar decisiones, entre todos.

La democracia debe ser un sistema consolidado, pero, ¿podemos defender la democracia como sistema para nuestro país si realmente no la tenemos en cuenta dentro de nuestro partido? Las bases somos el pasado, presente y futuro del partido, ¿qué sería de las siglas sin nosotros? ¿tendrían poder los Secretarios Generales si las bases no les hubieran elegido? ¿Puede haber un gobierno sin que el pueblo vaya a votar?

Estas, son algunas de las cuestiones que planteo. La política de calle debe ser lo nuestro, nosotros tenemos que estar con la gente, con los ciudadanos, porque si esperamos ganar unas elecciones desde el despacho de un Ayuntamiento, Presidencia de la Junta o de la Moncloa: Estamos acabados.

El concepto de socialismo debe volver a su sitio, la renovación debe ser auténtica, y ahora, debemos quedarnos a trabajar quienes realmente queramos trabajar por nuestro pueblo y nuestro partido, y no quienes perseguían un sillón cómodo y un sueldo fijo a fin de mes a plazo mínimo de cuatro años.

Algo habremos mal para que Izquierda Unida diga que hasta que no volvamos a estar en la izquierda no nos va a apoyar. En algo nos habremos equivocado, y ahora, no es momento de tratar de callar la boca a nadie, es momento de escuchar, eso que últimamente hemos dejado de hacer. Es el momento de reunirse en Asambleas, reuniones... es el momento de tratar con la gente.

No somos dueños de los votos de nadie, y tan pronto como todo un pueblo por mayoría absoluta nos ha elegido y nos ha dejado "las llaves de su casa", puede retirarnos su apoyo si así lo estima oportuno.

Compañeros, compañeras, este es NUESTRO momento.

María.

sábado, 4 de junio de 2011

Un destello de felicidad.



La vida se compone de pequeños detalles que la hacen ser única. Momentos irrepetibles que son eso, irrepetibles. Vivencias, experencias... a fin de cuentas, en eso consiste la propia vida.

Nuestras decisiones marcan el transcurso de nuestra existencia, y el día a dia, nos hace darnos cuenta de que la vida pasa sin avisar de que en cualquier momento podemos dejar de contar todo aquéllo que nos ocurre porque ya no estaremos aquí.

Con el paso del tiempo aprendemos a querer a todas aquellas personas que demostrado en algún momento que eran parte de todo aquéllo que tuviese que ver con nosotros.
Lo triste es, que en ocasiones, no sabemos apreciar lo que tenemos hasta que lo perdemos.

Es fácil decir que algo no gusta cuando nunca has tenido problemas para llevarte comida a la boca, pero, ¿qué ocurriría si un día no tuviésemos nada para comer? Ese día sabríamos valorar por fin lo que tenemos.

Me ocurre algo parecido en este momento. En ocasiones he tenido la felicidad al alcance de mi mano, pero por un motivo u otro, se trataba tan sólo de un reflejo de lo que podía haber sido pero nunca llegó a ser.

Desconozco si en este caso pueda tratarse de un deseo o si podría ser la realidad quién me soprendiese a mi. Sea lo que sea, puedo decir que ha merecido la pena perderme en Madrid porque eso ha supuesto encontrarte a ti :)