miércoles, 25 de junio de 2014

Cuestión de buena gente.



En estos días estoy conociendo mucha gente a través de la red, retomando el contacto con muchos compañeros después de bastante tiempo, y por qué no decirlo, haciendo buenos amigos. Tengo la suerte de sentir que no soy la única extraña que piensa y emite opiniones que hace un año para algunos podrían haber supuesto una locura.

Ahora, hasta el más aparatero dice ser base, pero no es lo que digan, es lo que de verdad sean. No obstante, no es este un lugar para menospreciar a nadie, y no lo haré. Creo que lo bonito de esta situación es que todos queremos y sabemos que hay muchas cosas por cambiar, y que por supuesto, queremos cambiarlas. 

La autenticidad, la valentía, el compromiso, la capacidad de liderazgo... no es algo que surja de un día para otro, es algo que va fraguándose como lo hacen las relaciones. Nuestros abuelos se merecen ver (aunque sea desde el cielo) un PSOE libre que les devuelva la ilusión a sus nietos, sin tutelas (como dice nuestro amigo Javier) y sin que las decisiones las tomen unos cuantos para la mayoría. Esa ilusión con la que ellos construyeron algo tan bonito tiene un nombre, y su nombre es Edu Madina. Y somos muchos los que pensamos que no hay mejor representante en la lucha pro la libertad que él... 

Estos días mucha gente habla del PSOE, de su futuro, no hay un día que en la prensa no se recoja un titular que le afecte... y es que, aunque ha costado, parece ser que no ha quedado más remedio que dejar decidir a quiénes a fin de cuentas acaban poniendo al partido en su sitio en cada una de las elecciones. 

La buena gente abunda en este partido, y estamos marcando un antes y un después en la historia de la política en España en general, y del Partido Socialista en particular. Porque queremos elegir a nuestros candidatos de principio a fin, desde lo local hasta lo federal; porque no estamos de acuerdo con los aforamientos múltiples en España y deben ser algo extraordinario y excepcional; porque la transparencia de los partidos debe ser una realidad; porque contamos con el suficiente potencial y capital humano para que una persona ocupe tan sólo un cargo; porque es de buen socialista renunciar a ciertos privilegios constituidos como pagas vitalicias cuando miles de personas no tienen qué llevarse a la boca en nuestro país y el umbral de la pobreza es cada día mayor. Estas... son propuestas del compromiso que Edu Madina está brindando al PSOE, a la militancia, pero además, a la ciudadanía.

Algo está cambiando en el PSOE... ¿Te sumas?

#VamosConMadina porque el cambio lo #EmpiezasTú

miércoles, 18 de junio de 2014

Recuperando ilusiones: Gracias Edu.




Son días en los que la caverna mediática -y política- se empeñan en destruir a un PSOE que ahora más que nunca parece que va a resurgir de sus cenizas. Lo fácil es creerse todo lo que la prensa traslada. Lo fácil es creer cada titular que los medios lanzan sin ton ni son. Y lo fácil es tachar de aparato a Eduardo Madina o Pedro Sánchez por el mero hecho de ser candidatos a la vez que diputados, y por el mero hecho de contar con un recorrido político en las filas del partido. Recorrido que ambos se han ganado a base de esfuerzo, de tesón y de combatir circunstancias que quizás de democráticas, poco tuvieron.

Decía ayer Edu Madina que el no tiene que pedir perdón por ser de Izquierdas ni por ser Socialista. Que le llaman radical, y que sigue sin pensar que debe pedir perdón. Nos decía además, que no iba a dejar la política porque un par de titulares algo desagradables trataran de menospreciarle. Si otra situación nada democrática y mucho más cruenta no acabó con su vocación y compromiso político, tampoco lo van a hacer ahora quiénes mediante el insulto y la descalificación muestran su miedo ante su presencia.

Llevo siguiendo a Edu Madina desde hace años. Cuando pocos le conocían, cuando pocos sabían quien era, cuando ni siquiera era Secretario del Grupo Socialista en el Congreso. Ahí estaba yo, sabiendo que Edu, nuestro Edu, jugaría un papel importante en la "reconversión" del PSOE. 

Quiénes me conocéis, sabéis que llevo meses limitando mi tiempo en la política. Sabéis además que he dejado el cargo orgánico que tenía en Juventudes, y lo hice sobre todo porque necesitaba vivir mi vida sin que la agenda de un partido la determinase. Llevaba meses sin asistir a actos, ni conferencias ni ningún tipo de jornadas. No hice campaña en las Europeas, pero sentí que tenía que estar presente el día de las elecciones. En estas semanas de desenfreno, tan sólo ha habido alguien que ha sido capaz de sacar de mí todo eso que llevaba dentro, de llenar ese vacío político que se encontraba inmerso en mi vida. Es del País Vasco, concretamente de Bilbao, tiene 38 años y se llama Edu Madina. 

Edu ha vuelto a hacerme creer en la Política, y ¿sabéis por qué? Por ser valiente, por comprometerse en uno de los momentos más complicados del PSOE en toda su historia. Se ha quitado la coraza y espero que sea para seguirse mostrando tal y como es. 

Cada vez que a ese grupo de whatsapp que tenemos y que lleva su nombre llega un mensaje nuevo, en mi cara se dibuja una sonrisa. Y sería quizás, esa misma sonrisa, la  que tenía mi abuelo cuando escuchaba a Tierno Galván o el Felipe González de la época, devolver las ilusiones a muchas personas que también habían dejado de creer en la Política. 

Admiro a Edu, su capacidad para trasladar y transmitir tranquilidad, para generar inquietudes e ilusión... llega a límites insospechables. Por eso, me molesta que quienes no le conocéis le tachéis de lo que no es. Se la ha jugado pidiendo que todos pudiésemos votar, que sí, que muchos llevamos mucho tiempo pidiéndolo, pero él fue valiente y lo dijo, aun sabiendo que se la estaba jugando. No puedo entregar mi voto en este momento a otra persona que no sea él, y no puedo hacerlo, porque me siento en deuda con él: me ha devuelto la ilusión y las ganas de seguir trabajando para construir una sociedad más justa, más igualitaria y sobre todo, más libre.

Por eso... Yo voy con Edu Madina :)

María Núñez.

sábado, 14 de junio de 2014

Lo mejor está por llegar.

Si El Principito que lo presidía pudiese hablar, convencido diría que no era más que un blog semejante a cien mil otros. Y aún así, seguro que hoy todavía muchos lo recuerdan. Molinos de Papel no era más que un blog de aspecto oscuro que hablaba de otros cien mil tipos tan oscuros como el: un tal Ian Curtis, algún Iggy Pop... Quizá un Doctor Deseo. 

Pero de lo que de verdad hablaba era de los rincones oscuros de nuestra historia: de aquella oscura guerra a la que nos arrastraron la absurda codicia de oscuros hombres; de una banda de hombres oscuros que en el intento de matar por todo acabaron matando por nada. 

Con los años aquel blog -semejante a cien mil otros- se convirtió en referencia para muchos, en lugar de obligada visita y, quizá entonces sin saberlo, en la pieza indispensable que acabó de soldar unos valores que solo más tarde fui capaz de asociar con las siglas del Partido Socialista.

Ningún Che Guevara descafeinado, por tanto. Fue el dueño de un Molino de Papel -un tal Eduardo Madina- y aquella legión de visitantes anónimos con quienes muchos aprendimos que no estábamos solos. 
Lo mucho que nos une frente a lo poco que nos separa.

Después de un largo periodo de ausencia, hoy se abren de nuevo las ventanas de aquel Molino de Papel. Ventanas que arrojan luz y aires nuevos. Ventanas que muchos, desde los años oscuros, esperábamos impacientes.

Es verdad, no era más que un blog semejante a cien mil otros pero yo crecí con él y siempre será único en el mundo.

Fuerza Edu. Fuerza compañero.


Escrito de Patricia Hidalgo Montenegro, Politóloga y especialista en Marketing.