viernes, 21 de septiembre de 2012

Aquél 14 de Abril.


Hace apenas horas ha fallecido el que fuera una de las grandes figuras políticas de la Transición y precursor de la llegada de la Democracia a España, Santiago Carrillo. Combatió al Franquismo, no se inmutó cuando Tejero entró en el Congreso de los diputados aquél 23 de febrero del 81 a punta de pistola y tampoco lo hizo cuando tuvo que defender los intereses de la izquierda durante la postguerra. 

No se me olvidará aquel  14 de abril de 2011 en que su hijo, José Carrillo, ganaba las elecciones a Rector en la Universidad Complutense de Madrid. Ese día, mientras finalizaba el recuento y lo veía con mi madre, yo le comentaba la importancia de que en los tiempos en los que nos encontramos, Carrillo se convirtiese en Rector de una de las Universidades más importantes de toda España. Ese día lloré de emoción, al igual que imagino lo haría Don Santiago. 

No puedo negaros que sin conocerle le tenía afecto, cariño y admiración. Me recordaba mucho a mi abuelo, a su lucha por la democracia y sobre todo, a sus ganas de vivir hasta el último segundo de vida. 

Desde el ala derecha de este país siempre se ha acusado a Santiago Carrillo de asesino, de haber ordenado la matanza de Paracuellos. Lo cierto es que le culpan de algo que el no cometió. Ayer, en una entrevista que le habían hecho hacía unos años -no recuerdo si meses- cuando le preguntaron por esta cuestión, el mismo afirmó que nada había tenido que ver con tal masacre. Además, tan elegante como siempre dijo que no había sido él quién había ordenado la matanza, que conocía el nombre de la persona que lo hizo, pero que por respeto a su memoria y dado que no podía defenderse porque había fallecido, no diría su nombre delante de las cámaras. 

Este señor, ha tenido que cargar con una cruz que no le pertenece. Pero su conciencia estaba tranquila a pesar de lo que dijesen y digan de él quiénes no han sabido apreciar la gran labor que ha realizado en nuestro país y fuera de él. 

Hace apenas dos días pude ver a Santiago Carrillo por primera y última vez en mi vida. Con la bandera del Partido Comunista a los pies del féretro, y con una mano sobre la otra, sus gafas perfectamente colocadas y su semblante serio pero a la vez cercano. Parecía como si estuviera dormido pero lo cierto es que ya no podía escucharnos. Aun así, transmitía una paz y una tranquilidad abrumadoras, las mismas que en los últimos tiempos. 

El que fuera el Secretario General de las Juventudes Socialistas y posteriormente Secretario General del PCE se ha convertido en un referente para la historia, para los mayores y los no tan mayores, para la juventud y marcará la historia que nuestros hijos y nuestras hijas conocerán de primera mano. 

Mis hijos siempre sabrán quien fue Santiago Carrillo, les hablaré con ternura de él, y les diré que gracias a este señor y a la labor de otras muchas personas, la Libertad se constituyó en un derecho primordial para la ciudadanía Española. 

Él siempre quiso que la Izquierda luchase en conjunto, que acercásemos posturas y espero, que algún día, de nuevo, y a pesar de las diferencias existentes entre nosotros y nosotras, podamos llegar a comprender que la Izquierda cuando está Unida jamás podrá  ser vencida. No pretendo acabar hablando de vencedores y vencidos, quiero hacerlo hablando de la memoria. Por eso, quiero decirle desde aquí Don Santiago, que usted fue pasado en nuestras vidas, antes de haber nacido, fue presente mientras vivió y será futuro en nuestra memoria.

Gracias, y hasta siempre COMPAÑERO.

María Núñez.

lunes, 17 de septiembre de 2012

La estrella de los tejados.


Si hoy fuera mi última entrada del blog tengo claro de lo que no hablaría, pero no sabría deciros cuál sería el tema estrella de mi post. O sí, realmente si sé de que hablaría, de todo aquello que me hace sentir especial. Y me siento especial cuando tengo alrededor personas que me quieren, que me transmiten sus deseos, experiencias y sensaciones varias. Me siento feliz hablando con la gente, escuchándoles, entendiéndoles, y en la medida de lo posible, ayudándoles. Para mí hablar de Madrid y de Olivenza, supondría hablar de dos lugares emblemáticos e imprescindibles en mi vida. Lugares donde he crecido como persona y he alcanzado parte de mi felicidad. 

Y os preguntaréis que supondría hablar de Política... Hablar de Política, eso sí, con mayúsculas, supondría llegar al estado pleno de madurez. Ese, en el que he sentido lo que era ser libre, en el que he aprendido qué suponía la Igualdad y donde he conocido a quiénes probablemente, me estén enseñando mucho de lo que sé. He conocido lo que supone ser libre y lo que no, lo que significa el compromiso y la responsabilidad, pero sobre todo, he aprendido que cuando algo está de color negro es porque existen motivos para darle otro tono que tenga más luz para desprender. 

Hoy, mientras paseaba con un amigo por las calles de Madrid, hablábamos del sentido de la libertad y de lo que ésta supone para nosotros. Tengo algo claro, y es que si algún día tengo una hija -que espero que sí- el nombre que elegiré para ella será Libertad. ¿Y sabéis por qué? Porque para mí la Libertad supone el estado de todas las cosas; de la Igualdad, de la Responsabilidad, del Compromiso, del Cariño, del Amor, la Familia y la Fraternidad. Para mi, hablar de Libertad supone hablar de vida. Una vida que brille porque tenga luz propia, y eso, sólo puede ocurrir si alguien actúa bajo la responsabilidad y el compromiso de ser completamente libre. 

En un momento como este en el que la situación política y económica es cuanto menos desgarradora, hablar de Libertad puede parecer una utopía. Pero no lo es. La ciudadanía ha salido a las calles, con sus banderas, expresando lo que sienten y lo que quieren, y condenando lo que no quieren. Ante las injusticias del momento, las calles se llena de mensajes, de palabras, se llenan de libertad... sin armas. Sin más arma que el poder y el valor de la palabra. Dejemos pues que cada uno y cada una se sienta libre para poder expresar lo que atañe a sus necesidades, a sus sentimientos, y a sus Comunidades. Las particularidades de España son las que la hacen ser única e irrepetible, y no se trata de romper un país sino de todo lo contrario, cuando en masa miles de ciudadanos y ciudadanas deciden que quieren reivindicar lo que consideran que les pertenece. A día de hoy, no es un crimen querer ser libre, querer ser lo que realmente somos, sin imposiciones, sin lamentaciones y en condiciones de equidad.

Hoy ha sido un gran día, he podido compartirlo con gente a la que quiero, personas que me transmiten sensaciones que no se pueden expresar con palabras. Y quiero compartir con vosotros y vosotras, una canción que representa perfectamente mi estado de hoy. 

Gracias... Madrid ;)

María Núñez.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Cercanía en la distancia: #15S

En un ambiente propicio, con una copa de Rioja de por medio, trataré de hablaros de algo que para mí es realmente importante: La cercanía en la distancia. Os preguntaréis que quiero decir con esto, y puedo aseguraros que no es complicado entender el significado de ambas palabras cuanto menos antagónicas.

Anoche miles de ciudadanos y ciudadanas de este país así como personas implicadas verdaderamente con esta sociedad salieron de sus casas con ilusiones, con confianza pero sobre todo con esperanza. ¿Y sabéis por qué? Salieron con esperanza porque creen que aun pueden cambiar las cosas si se hacen verdaderamente bien y atendiendo a las verdaderas razones y al verdadero fin por el que deben hacerse que es la sociedad en su conjunto y la ciudadanía en particular. Salieron con confianza, con la confianza de saber y de sentir que ellos y ellas también forman parte de esta sociedad y que mucho tienen que ver en el transcurso de la misma. Pero sobre todo, salieron con ilusión. Sí, con la misma ilusión con la que un niño o una niña abren sus regalos el día de Reyes esperando que les llegue lo que han pedido. Y bien, ¿qué hemos pedido? -os preguntaréis ahora-. Hemos pedido tener una clase política a la altura de la circunstancias, estudiantes que despierten y sean capaces de movilizar a sus compañeros y compañeras en la Universidad -que es donde comienza la Política de verdad-, pensionistas que dejen de creerse que el gobierno toma decisiones obligado por el pasado que relacionan directamente con Zapatero y por encima de todo, hemos pedido que toda persona sea cual sea su condición sexual, su condición laboral o condición geográfica se sienta en libertad de decidir y transmitir que las injusticias no son injustas sólo porque carezcan de un fin justo, sino porque el proceso que se haya llevado a cabo tampoco fuese el adecuado.

Hoy, en las calles de Madrid he visto ILUSIONES, CONFIANZA Y ESPERANZAS. Hoy he visto a más de un millón de personas diciendo "NO" a las injusticias y a las desigualdades sociales. Hoy, he podido sentir de cerca la diferencia existente entre la hija de un marqués y la hija de un obrero. La hija del marqués no estaba pasando calor, perdiendo su voz y sus fuerzas por defender sus derechos como ciudadana, pero la hija del obrero, estaba demostrando que tiene capacidad, que tiene valentía y que tiene valor para enfrentarse al cacique mayor del reino para defender la causa más justa. 

La manifestación de hoy no se me va a olvidar nunca, ya no sólo por el calor o el sacrificio que han hecho miles de españoles y españolas por estar hoy en Madrid, sino porque he recordado, entre Política de calle, entre compañeros y compañeras, y entre "causalidades de la vida" lo es que volver a encontrar ciertas sensaciones olvidadas en un baúl de los recuerdos.

Cercanía en la distancia... En la distancia del momento, en la distancia de los besos... Distancia en la cercanía de la mirada. A veces, sobran las palabras. Hoy, es uno de esos días.


María Núñez.