domingo, 25 de abril de 2010

"Pido la paz y la palabra"


El título de este nuevo post se debe a algo que acabo de recordar. Es emblemático para mi el hecho de pedir "la paz y la palabra", pedir la paz para salvaguardar los intereses de todos en tiempos de guerra y hacer ver que nada se consigue a través del genocidio, ni de matanzas por motivos ideológicos o cualquier otro; y la palabra, para que una vez terminada esa guerra, pueda hacerse realmente justicia.

Pues bien, ayer asistí a una gran manifestación. Estaba convocada en muchas ciudades españolas, a la misma hora y el mismo día. Además, países como Chile y Francia entre otros, se sumaban a la causa. Me quedé tremendamente sorprendida de ver tantas personas protestando por las mismas injusticias que yo. Desde la puerta de Alcalá, hasta Sol, vi cientos de miles de personas con banderas republicanas, pancartas dónde pedían justicia o gritos y vítores dónde cuestionaban la justicia de nuestro país en este caso tan famoso, dónde muchos creemos que el acoso y derribo contra Garzón está presente desde el primer momento.

Hace un rato, leyendo la prensa, he descubierto mi lado más... no sabría como llamarlo, ¿indignante? (ni siquiera sé si estoy segura de si eso está bien escrito) Y ahora pregunto, ¿cómo tienen valor ciertas personas o cierto sector político de nuestra sociedad de cuestionar una manifestación dónde ha asistido gran parte de la sociedad civil?

Rajoy, Cospedal y todo el cortijo de la derecha más rancia de nuestro país, tienen la poca vergüenza de afirmar que fue en toda regla un acto antidemócrata; Esperanza Aguirre, como no, fue más allá: Tuvo la desfachatez de llamar "carcamales" a todas las personas que ejerciendo su derecho a manifestarse -artículo que queda recogido en nuestra Constitución- han asistido voluntariamente porque creen que existen injusticias que no pueden tolerarse.

¿Merecen respeto? El mío NO, y creo que el de gran parte de la sociedad española tampoco. Si mal no recuerdo, el PSOE es un partido demócrata, al igual que supuestamente lo es el PP (ya lo pongo en tela de juicio) y como tal ha sido votado en unas elecciones democráticas. Y digo esto, porque quiero llegar a lo siguiente: el PSOE ha sido votado, porque millones de personas han confiado en los políticos socialistas, y esas personas -junto con otras muchas de otros partidos de izquierda- han ejercido su derecho al voto de manera libre como el resto, y se han manifestado porque tienen derecho a hacerlo. ¿Qué tiene eso de antidemocrático? ¿Alguien me lo explica?

Cada día me siento más de izquierdas, pero es que, no puedo entender, aunque lo intente, a políticos que únicamente tratan de hacer ver al resto de la gente una verdad: la suya; tratan de hacer entender a la población de que sólo existe una España y que en el Franquismo no hubo vencedores y vencidos, sino que todos ganamos y todos perdimos, y eso, NO es cierto. Me niego a quedarme callada y me niego a dejar en manos de otros lo que creo que nosotros podemos hacer mejor: Una política llena de ideas, de libertad, de igualdad, de justicia y solidaridad, un país dónde no se juzgue a un juez por intentar hacer justicia, pero que sí se juzguen a quienes no han cumplido su misión: la de condenar el Franquismo y dejar que se les juzgue como lo que fue: Una matanza en toda regla.

Por todo eso, PIDO LA PAZ Y LA PALABRA.

Seguiré pidiendo la paz siempre que haya guerra; seguiré pidiendo la palabra siempre que mi voz no se escuche, y seguiré pidiendo la justicia siempre que crea que se están cometiendo injusticias, que ni yo, ni la mayoría de los españoles, vamos a tolerar.

NO PASARÁN.


María.

lunes, 19 de abril de 2010

"La falta de ideas, ¿a qué lleva?"


Desde hace varios días vengo pensando una cosa. Ahora que Bárcenas ha dimitido como senador y ha puesto su escaño al servicio de otros, estoy tranquila.

Pero no era eso a lo que quería referirme hoy. Como decía, desde hace varios días hay cuestiones que revolotean en mi cabeza. Cuestiones personales, que van más allá de vivir en una ciudad u otra, tener unas ideas u otras, o defender unos ideales o los contrarios.

Con tanto trabajo he tenido abandonada mi vida. Sí, y digo mi vida, porque últimamente tengo menos tiempo para mí y para pensar -algo que por otro lago agradezco porque de este modo evito ciertas tentativas a volver a tropezar en la misma piedra que un día me hizo resbalarme-.

Hay un dicho que dice algo así como que: "Hay que dejar que el tiempo pase, porque el tiempo pone cada cosa en su sitio y a cada uno en su lugar", pues bien, sin hacer demagogia barata de la misma y sin tener ningún blanco seguro, me atrevería a decir que eso puede que ocurra... Y en el caso de salir mal parada, entenderé que tenía cuentas pendientes y que había algo que subsanar.

Dejo a la elección del destino, todo aquello que tenga que ocurrir, para bien, para mal, es cosa suya. Me siento satisfecha por haber sembrado en el camino, algo que en un futuro podrá recogerse casi sin hacer ningún esfuerzo.

Hay veces que con pocas palabras pueden decirse muchas cosas. Creo que éste, es uno de esos momentos, en los que cada cuál imagina sin más, lo que podrá ser o lo que no, haciendo una pequeña parada en una estación de tren repleta de gente, pero dónde no se encuentra la persona a la que se busca... Complicado ¿no? Nadie dijo que esto fuera fácil -¡error! ¡frase que estoy harta de escuchar y que no nos conduce a nada!-.

Me gustan los retos, es cierto, pero no estoy segura de que en este pueda salir victoriosa... Claro que... si no arriesgo, no gano. Si arriesgo puedo perder, pero si no lo hago, estoy perdida ¿no?
Aun así, no tengo muy claro cual será el resultado, ni siquiera la decisión a tomar... Tiraré un dado a la deriva, podrá salir el 1, el 2, el 3, el 4, el 5 o el 6... pero nunca podrá salir un Sí, o un No.

Siendo así, elegiré otro método... ¿el del misterio? No, no creo que con ese llegue lejos, pues últimamente estoy poco misteriosa y desvelo todo antes de tiempo... pero, quizás encuentre algo efectivo, cuestión de tiempo.

=)

En cuanto a la foto...poco tengo que decir, está todo dicho.

María.

domingo, 18 de abril de 2010

"España, al revés: Corruptos y Fascistas, hacen juzgar al JUEZ"


Desde pequeña vengo oyendo las hazañas de un juez que tiene por nombre Baltasar Garzón.
Este señor que en tantas y tantas ocasiones ha puesto su vida en peligro por tratar de defender inocentes y perseguir pleitos perdidos -o que al menos, a ojos de la multitud lo parecían-. Ha puesto su cargo al servicio de la ciudadanía y no ha dudado en defender la dignidad de aquellos que ya no pueden defenderse, porque alguien se encargó de acabar con sus vidas.

Parece ser que Garzón en este momento estorba. Cuando sentó a Pinochet no estorbaba, cuando condenó a presos de ETA tampoco y cuando juzgó el caso "GAL" tampoco lo hacía. Pero, ¿por qué ahora sí?

Señores, parece ser que Franco aun sigue vivo, y que todavía tiene por aquí a su cuadrilla. Muchos se niegan a que se haga justicia, y prefieren "olvidar esa parte de la historia que tan poco les conviene".

Hace algunos años, el Gobierno de Rodríguez Zapatero impulsó en el Parlamento la Ley de Memoria Histórica que tan criticada ha sido por los señores feudales del Partido Popular.

Garzón fue valiente, y lo sigue siendo, y comenzó la investigación. En ese momento se puso en el punto de mira de todos aquellos que aun no condenan el Régimen Franquista.
Es fácil desprestigiar a un JUEZ cuando toma una decisión que no te gusta, y por tanto, lo difícil sería haber dado la razón a sabiendas de que se hacía lo correcto.

Pero estaba por llegar una trama de corrupción que tiene por nombre "Caso Gurtel", esa que tantos quebraderos de cabeza le ha dado a un partido que para mi ha perdido todo el respeto que supuestamente se merecía.

Los señores del PP han aprovechado la situación. Después de imputar a Bárcenas (senador electo del PP en nuestro país) Garzón está en el blanco perfecto. Es muy triste que se utilicen las decisiones de un juez prestigioso y conocido para ir en su contra y lincharlo.

Pretenden acabar con una carrera brillante, con su vida en definitiva -porque Garzón no sabe dedicarse a otra cosa que no sea ésta- y utilizan los Tribunales para sentar en el banquillo a quienes no les conviene tener enfrente.

¿Y ahora qué? Se preguntarán muchos. Ahora...toca esperar. Mientras tanto no podrán abrirse más fosas comunes para recuperar cuerpos de personas que en la Guerra Civil fueron asesinadas, y además, el caso Gurtel, se queda "cojo", pues este juez trataba de sacar la verdad a relucir.

Quizás piensan que la libertad de Garzón tiene precio: ¿tal vez un gran cargamento de trajes a nombre de la ciudadanía española?

La envidia es el deporte por excelencia en nuestro país, pero, ¿se han puesto a pensar como debe sentirse Garzón al estar sentado en un banquillo judicial y ser juzgado por sus propios compañeros de profesión?
No es un asesino, no ha matado a nadie, simplemente ha intentado hacer justicia y se ha atrevido a juzgar lo que nunca nadie había hecho: Los crímenes del Franquismo.

La Democracia está siendo atacada vilmente, ¿y quieren que yo les considere demócratas? mis principios no me lo permiten, porque a diferencia de algunas personas, los míos son siempre los mismos y no cambian en función del momento o la situación.

Por tanto, la frase de Groucho Marx "Estos son mis principios, sino les gustan tengo otros", conmigo no va.

Garzón, estamos contigo.


María Núñez.


(A veces se necesita de alguien que te haga ver las cosas de otra manera... en fin... Gracias, encanto =P )

sábado, 17 de abril de 2010

Diputados, diputadas... Socialismo Afectivo ^^


A lo largo de la semana pasada (mágica cuanto menos) una de las palabras más pronunciadas ha sido la de "señor presidente" o "señorías", pues bien, pasan los días y los lazos de unión prevalecen, incluso podría decir que se hacen mucho más fuertes.

Si hace unas semanas anunciaba un "titular" que decía algo así como que la SICE es una experiencia única e irrepetible que no puede explicarse con palabras, ahora podría decir muchas cosas más.

El poder haber conocido personas con las que he compartido una semana impresionante es algo que no puede pagarse ni con todo el oro del mundo. Sencillamente, ha sido ESPECIAL. No hay palabras que puedan explicar lo que esto ha significado...

El Socialismo Afectivo se ha apoderado de la SICE llegando a todos y cada uno de los corazones de l@s señores/as diputad@s. Mientras tanto, en el hemiciclo la palabra era símbolo de poder, de prestigio y de historia.

Se ha hecho historia, o mejor dicho, hemos hecho historia; y es que formamos parte de ella desde el momento en que se nos ocurre formar parte y hacer realidad un proyecto como este.

Tenemos la gran suerte de vivir en un país como España, dónde la libertad de expresión forma parte del sentir de la población, y donde se valora el hecho de poder decir o hacer lo que cada uno quiere, siempre y cuando, no se traspasen los límites debidos.

Como decía mi compañero Javi -al que guardo un cariño inmenso- el Socialismo Afectivo es algo mágico que va mucho más allá de un par de besos o de simples caricias, el Socialismo Afectivo es algo que se siente de verdad, es algo que te atrapa, haciéndote sentir cosas que nunca pensabas sentir. Y es que, como siempre digo, el Socialismo, y en concreto, Juventudes, son una máquina de hacer feliz a la gente, de arrancar sonrisas y de llevarte a límites insospechables.

En la SICE he averiguado que me quedan muchas cosas por hacer y muchas personas por conocer. Pero sin duda, de lo que estoy segura es de que ha sido una experiencia que no ha dejado, ni deja indiferente a nadie.

Decir que me ha cambiado la vida es algo bastante fuerte, pero si me puedo tomarla libertad de decir que me ha trastocado los planes y la manera de ver el mundo.

Ahora estoy segura de algo, y es que cada vez que quiera algo voy a tratar de lograrlo por todos los medios. Trataré de disfrutar cada segundo como he hecho en la SICE y si tengo además, la suerte de encontrarme con alguien como tú, me sentiré tan orgullosa como ahora.

Diputados, diputadas, me despido con la cabeza bien alta, dando las gracias por cada sonrisa que me habéis arrancado, cada minuto de felicidad que me habéis regalado y cada palabra con la que habéis hecho estremecerme hasta el punto de pensar que deba dedicar mi vida a otra cosa que no sea sea la política porque hay gente mucho mejor que yo para esto.

En definitiva, gracias por enseñarme tantas cosas sin pedirme nada a cambio, y por hacer que durante una semana formase parte de vuestras vidas. Es algo que nunca podré dejar de agradecer.

Os quiero, muchísimo.

María Núñez.