miércoles, 31 de agosto de 2011

Capítulo dos: "Supe que era él"

“Ese día le vi y supe que tendría mucho que aportar en mi vida… Era él. Era quien había estado esperando durante tanto tiempo. Y le conocí allí… una tarde de verano, una de las mejores tardes de aquel mes de agosto…
Me costó hacerme a la idea, todo era raro y extraño, pero al final conseguí que por un momento sus miradas y las mías se cruzasen mientras los rayos de sol se hacían eco en el reflejo de aquélla piscina.
Podréis decirme que estoy loca… Y sí, lo cierto es que lo estoy pero soy  feliz. No soy todo lo feliz que me gustaría, me falta poder serlo con él, pero si algo he aprendido es que el tiempo es sabio y sólo podemos pedirle tiempo al propio tiempo. Y estoy segura de que nos lo dará.
Podré saber si me he equivocado –una vez más- de persona o si cada palabra que sus labios desprendan se va a corresponder con lo que mi mente piensa. Repito, es extraño. Y lo es porque hacía tiempo que no sentía que por fin conozco un chico que merece la pena y merece ser tratado de manera decente, digna e indiscutiblemente cariñosa.
Me alegra las mañanas, las tardes y parte de las noches. ¿Y sabéis qué? Que lo mejor de todo es que me las alegra casi sin saberlo y sin percatarse de ello. No piensa lo que va a decir, simplemente lo dice… y eso a mí me hace sonreír.
Un “buenos días” hace que me levante con ganas y ánimo, “buenas tardes” que pueda motivarme para estudiar y las “buenas noches” para que cada noche pueda tener dulces sueños pensando que algún día uno de mis sueños pueda ser un diario más de la realidad de mi vida.
No le quiero por lo que es ó pueda llegar  a ser, le quiero porque cómo es y lo que a diario me demuestra. ¿Y cómo es? Ni más, ni menos… Es  él mismo. No tiene nada que envidiarle a ningún otro porque para mí tiene todo lo que una persona debe tener para enamorar a otra: Atento, prudente, discreto, amigo de sus amigos, cariñoso, luchador… En definitivas cuentas, es encantador.”
Lamentablemente, la cenicienta y el príncipe en esta ocasión no encontrarían sus caminos. Les separan ciudades muy distintas, pero la distancia más absoluta que puede existir entre ellos es la inexistencia de amor, deseo y pasión por una de las partes. No siempre las historias tienen un final feliz. Miento… sí que lo tienen, pero en este caso, Disney no ha podido culminar la historia con… “y fueron felices y comieron perdices…”.
Otra persona, otro momento, otro lugar… Sea lo que sea, el tiempo lo dirá porque sólo él nos abre los ojos ante el mundo y hace que podamos ver amor dónde en un momento sólo había amistad. Mientras tanto me quedo con algo tuyo… “Es el tiempo lo que da la luz”.
Buenas noches y buena suerte.

sábado, 20 de agosto de 2011

¿Libertad para qué?

En una de las reuniones que Fernando Giner de los Ríos tuvo con Lenin,  mientras el primero mencionaba la palabra “libertad”, el segundo preguntaba: “¿Libertad para qué?”, y respondió Giner de los Ríos: “Libertad para ser libres”.
La libertad individual es algo más que un derecho, es algo innato que forma parte del ser humano, o que al menos, así debería ser.
En estos últimos días, con motivo de la JMJ en nuestro país, Madrid ha sido el lugar de encuentro entre jóvenes católicos de todo el mundo. No obstante, no ha sido un camino de rosas.
El día 17 de agosto tuvo lugar la manifestación laica como protesta a la visita del Papa a Madrid. Y es que, no es para menos, ya que su visita ha sido financiada en parte con fondos públicos como bien todos saben.
Lo que comenzaba siendo una manifestación legal cuyo recorrido terminaba en la emblemática Puerta del Sol se convirtió en un infierno para quiénes recordando lo que muchos de sus abuelos les habían contado, tuvieron que correr delante de los nacionales.
Las cargas policiales desmedidas, las omisiones de acción de un gobierno al que le quedan apenas 3 meses y unas elecciones generales a la vuelta de la esquina. Elecciones, que no sabría como catalogar.
Los jóvenes son los continuadores del cambio. Pero no todos los jóvenes son católicos y no todos los que lo son lo viven de la misma manera.
El gobierno debe rendir cuenta como máximo responsable de los actos de la policía, y creo que deben abrirse investigaciones al respecto por los abusos de poder que esta ha llevado a cabo en la ciudad de Madrid los últimos días.
No reconozco mi país, no sé que le está pasando a la democracia. Mientras unos utilizan la palabra otros utilizan la fuerza inherente a su puesto de trabajo para imponer una verdad absoluta en la que no todo el mundo cree. Pero, ¿hasta qué punto el uso de la fuerza soluciona el problema existente?
Me consta que ayer peregrinos de las JMJ e indignados del #15M dialogaron en Sol. Desconozco cuál fue la conclusión que sacaron al respecto pero el simple hecho de reunirse y hablar me pareció admirable.
No estoy a favor de la violencia proceda de donde proceda. Mediante el uso de la misma no se solucionan las cosas y considero que la palabra es mucho más valiosa que todo eso. La tolerancia debe ser la bandera, por un lado y otro, pero entiendan que muchos nos indignemos pensando que sin ser creyentes, católicos, apostólicos y romanos, tengamos que pagar la visita de un señor que no nos representa. Sabemos que no podemos imponer que venga y esté aquí pero al menos tenemos derecho –tal y como marca la Constitución- de manifestarnos, reunirnos y ser libres de protestar por aquello con lo que no nos sentimos representados.
Ni que decir tiene que estoy en absoluto desacuerdo y que siento repugnancia ante las palabras vertidas por el obispo de Granada. Somos libres de creer o de no hacerlo y por tanto, merecemos el mismo respeto que el resto.
Dicho todo esto, la conclusión a la que pretendía llegar es que la fe mueve montañas, pero muchas veces no sabemos de qué: Odio, rencor y miedo a lo diferente en muchas ocasiones. La intolerancia no llega a ninguna parte y las imposiciones tampoco. Somos libres o al menos eso dice la Constitución. Una constitución que estos días no sé hasta qué punto ha sido respetada por las autoridades policiales.
Quiero terminar este post con una gran frase de Theodor Roosevelt que dice así:
“Una democracia debe progresar o pronto dejará de ser grande, o democracia”.

sábado, 13 de agosto de 2011

Capítulo 1: El día en que le conocí.

"Todo comenzó en una tarde de verano,  en una ciudad acogedora y entrañable y en un ambiente discernido.
La sensación que tuve al verle fue extraña... algo se estremeció dentro de mí, pero no sabía exactamente cómo y por qué me ocurría eso. No entendía por qué al mirarle lo hacía de manera distinta al resto, ni por qué la sonrisa se dibujaba en mi rostro sin motivo alguno… En realidad, me paré a pensar unos segundos, y sí tenía motivos, no había mejor motivo que sentir la sensación de complicidad con alguien a quien ni siquiera conoces, y ya no sólo eso, con alguien con quién nunca has mediado palabra.
No le conocía de nada pero tenía interés en hacerlo. Corría el riesgo de tener un no por respuesta, pero por suerte eso no sucedió.
Cruzamos miradas, gestos de complicidad y me tiré a la piscina sin miedo. Por un momento sentí que me haría daño pero al instante se me borró esa fugaz idea de la mente. Estaba a gusto, riendo y sonriendo, estaba feliz.
A veces existe más comunicación escrita y a través de los gestos que con palabras a viva voz. No sé por qué muchos se empeñan en decir que no se conoce a una persona a través de sus palabras plasmadas en un papel o mismamente con sólo mirarle a los ojos.
Sentía tranquilidad al tenerle cerca. No a mi lado, pero sí cerca. En un lugar dónde pudiese verle, observarle, dónde pudiese percatarme de que todo estaba a salvo. Me ponía nerviosa de sólo pensar que todo eran imaginaciones mías, tenía miedo… es eso, miedo.
El miedo nos invade, nos hace ser vulnerables y débiles ante el resto, pero a la vez, el miedo nos hace cometer locuras. Locuras que hacen honor a su nombre cuando se cometen en nombre del amor. El amor no existe, nunca le he conocido. He creído conocerlo muchas veces pero al final todo se esfumaba. Eran sueños, simplemente eso, sueños.
Me desperté algo nerviosa, tenía un leve recuerdo de lo acontecido pero no sabía si algo tenía que ver con la realidad o todo había sido producto de mi imaginación. Giré la cabeza y le vi a mi lado, no había sido un sueño.”

viernes, 12 de agosto de 2011

Indignación.

Probablemente a muchos no os guste lo que voy a escribir, no obstante, espero que no os sintáis ofendidos pues es una opinión más y diría que va al compás de la que pueden tener millones de españoles en estos momentos.

En los próximos días el Papa visitará nuestro país para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud junto con jóvenes de todo el planeta.

Hoy, tal y como han catalogado las Naciones Unidas se celebra el día mundial de la Juventud. No obstante, lanzo una pregunta al aire ¿Por qué las jornadas que se celebrarán en los próximos días en Madrid llevan la etiqueta católica? ¿No tienen derecho el resto de jóvenes a formar parte de todo este entramado?

Vosotros me diréis que cada cual es libre de ir, pero no deja de ser algo relacionado con la iglesia y las creencias de cada uno. En los últimos años se está generando un sentimiento anticlerical, muy probablemente buscado por la Santa Sede y sus compañías. Es triste ver que en los tiempos que corren y en el marco de una crisis grave como la que todo el mundo pasa, los lujos sigan siendo la primera premisa del Vaticano, sacerdotes, cardenales, "monseñores" y demás chupatintas.

Se creen con derecho a criticar las políticas progresistas de un país, los avances en materia de igualdad de género, de sexualidad, incluso, defienden el hecho de que determinados colectivos relacionados con la iglesia hayan llegado a cometer delitos tipificados en el código penal como abusos sexuales o violaciones a menores por "provocaciones" por parte de estos.

Cuando era pequeña iba todos los días a misa, antes y después de haber hecho la comunión, fue algo que mis abuelos me inculcaron desde pequeña. Pero a medida que me fui haciendo mayor fui descubriendo esa parte que me da repudia y asco y que está relacionada de lleno con la Iglesia Católica. El hecho de que traten de imponerte valores tradicionales y de hacerte ver que todo lo que no tenga que ver con ellos es malo, me recuerda a la distinción del mundo entre el mal y el bien. Fui creciendo y comprendí que cada cual debía ser libre y tener sus propios valores tan respetados como los del resto, siempre y cuando estos no perjudicasen a nadie.

El "amarás al prójimo como a ti mismo" es quizás uno de los diez mandamientos que menos se cumple, probablemente el que menos cumplan ellos desde arriba. No puedes pedir respeto para la fe de las personas cuando tratas de imponer una doctrina sobre otra y cuando tachas de maligno todo lo que no tenga que ver con eso.

Un mes antes de confirmarme le dije a mi madre: Mamá, lo he pensado mejor y yo no siento que esta sea una de mis prioridades. No quiero confirmarme, no quiero seguir formando parte de esta farsa y mucho menos alimentar la fe en una institución en la que no creo.

Seguidamente, mi madre me dijo que yo era libre de elegir. El día en que se confirmaron mis amigas las acompañé porque me lo pidieron. No es que me fuera la vida en ello, en realidad no me sentía cómoda estando allí. Al terminar la ceremonia el sacerdote me vino a preguntar por qué no me había confirmado y mi respuesta fue "no he sentido la llamada de nadie ni creo que haciendo algo en lo que no creo realmente vaya a encontrar un camino mejor, he decidido que camino quiero seguir y no quiero que sea este". La verdad es que se quedó un poco atónito a lo que le decía, pero no me dijo absolutamente nada más.

Trato de ayudar a las personas cuando lo necesitan, colaboro con una ONG y hago lo que está en mi mano cuando veo que alguien lo pasa mal y puedo serle útil. No tengo coches de lujo ni un palacio real, simplemente trato de formarme lo mejor que puedo y aprovecho las oportunidades que la vida me brinda. No quiero ser una persona más, quiero ser yo, única y diferente al resto, amiga de mis amigos y una chica normal y  corriente capaz de luchar por lo que quiere sin limitaciones pero sin entorpecer el camino de los demás.

No hace falta pertenecer a la iglesia para ser catalogada de buena persona, cosa que en ocasiones, el Papa -supuesto representante de todos los creyentes- olvida.

El mensaje que he tratado de enviaros es claro, me indigno con las llamadas a la fé que este individuo realiza, me duele que entre a valorar cosas que no le competen y políticas que no le influyen. Deberían replantearse por qué los matrimonios por la iglesia disminuyen, por qué la gente deja de creer y por qué los jóvenes se oponen a su visita.

Lo de utilizar los fondos públicos para pagar la visita de este señor, lo de destinar partidas presupuestarias a la misma y dejar de ingresar dinero en las arcas del Estado, o contraponer la visita a dos derechos como la educación y la sanidad, es un tema que trataré otro día y en otro momento. Por hoy, está bien.

Que paséis buen fin de semana.

miércoles, 10 de agosto de 2011

"El tiempo da la luz"


El túnel está oscuro, la brisa que se apodera de su interior arrastra papel mojado y hojas seca; y  mientras,  la desconfianza se encierra en nuestros pensamientos. El bien y el mal hacen mella en nosotros conformando un todo cual ave fénix en momentos de apuro.
Indudablemente la vida se compone de momentos dulces y amargos. En ocasiones la amargura prevalece sobre la dulzura… Pero eso sólo ocurre hasta que aparece alguien que nos hace entender la vida de otra manera… Sólo sucede hasta que “esa persona nos hace ver luz dónde solo hay tiniebla, y océano dónde sólo había charcos”.
Admiro esas personas que teniendo motivos para estar mal tratan de alegrar la vida al resto. Les admiro, porque no es fácil mostrar una sonrisa al mundo cuando de lo único que uno tiene ganas es de dejar derramar sus lágrimas.
El hecho de ser capaz de transmitir lo que siento ante el mundo puede que me haga algo más vulnerable ante los ojos de quiénes me leéis, pero, ¿sabéis qué? No me importa. Y no me importa porque cada día me siento más fuerte y capaz de enfrentar mis propios miedos. Esos miedos que continuamente se apoderan de mí y me hacen pensar si cada cosa que hago o digo merece la pena…
Si él estuviese aquí me diría que sí: “Mirada al frente y hacia adelante”. A veces me pregunto por qué le conozco tan bien… A veces pienso que sería ahora de mí si él pudiese estar conmigo, si pudiese aconsejarme y transmitirme lo que debo cambiar y lo que no… Todo sería mucho más fácil.
En estos días estoy pensando demasiado qué hacer con mi vida en un plano concreto de ella. Me gusta escuchar y dejar que me aconsejen pero no sé hasta qué punto es bueno escuchar. La decisión siempre va a ser mía, lo tengo claro. Unas veces influenciada por algo y otras escuchando de lleno lo que a veces no escucho: el corazón.
Esta tarde un amigo me ha dicho que simplemente me deje llevar. Tiene razón, debo dejarme llevar pero no sé si eso me conviene o no. Realmente no sé lo que voy a encontrarme al final del túnel y tampoco sé si merece la pena arriesgar. En ocasiones se ponen puntos y finales a historias que no lo tienen, lo cual quiere decir que ese capítulo de la vida continúa, pero, ¿y si vuelvo a equivocarme en el mismo lugar? Es decir, ¿y si vuelvo a tropezar de nuevo en la misma piedra?
Entenderé entonces que no he aprendido la lección y que arriesgar de nuevo me ha servido para fracasar en el intento de llegar a la meta, de conseguir alcanzar la felicidad. Ese pequeño destello de felicidad se mantendrá iluminado siempre y cuando yo crea que es posible, siempre y cuando, yo crea que soy capaz de conseguir todo aquello que me proponga, empezando por creer en mí misma.
El tiempo es sabio, y en la vida es importante medir los tiempos. De ahí el título, es el tiempo lo que da la luz.
Buenas noches y buena suerte ;)

María.

martes, 9 de agosto de 2011

Surcando los siete mares.



En la vida se presentan múltiples oportunidades de triunfo pero hay que saber a ciencia cierta que estamos ante un nuevo punto de inflexión en nuestra existencia.

Hay trenes que sólo pueden cogerse una vez y estaciones transitadas miles de veces por cada uno de nosotros, lo que implica que quizás en ocasiones, tengamos más oportunidades de triunfo de las que nos pensamos.

Un momento, un lugar, a veces tan sólo un instante, el aquí y ahora, eso es lo que nos hace falta para tomar el camino hacia el que queremos embarcar nuestras vidas.

Es cuestión de hacer un crucero surcando los siete mares, un crucero atrevido pero a la vez modesto que sea capaz de llevarnos a lugares insospechados, a paraísos inmundos hayados en cualquier lugar del mundo y apartados de cualquier estación de tren nunca antes transitada por nosotros...

No es más que ser capaces de llegar a imaginar un lugar y un momento, el lugar y momento adecuados en que todo fluye con total naturalidad... un lugar y un momento en que la brisa del viento roce tu rostro, se adentre en tus pensamientos y acapare tu sonrisa como si de un barco en popa a toda vela se tratase.

No hay más que hacer volar la imaginación para llegar a lugares insólitos, destinos inesperados y un futuro alentador que nos haga llegar hacia dónde siempre quisimos estar y de dónde nunca querremos volver.

En ocasiones dejamos que nuestra imaginación se apodere de nuestras manos para hacernos escribir lo que quizás en un momento dado no hubiéramos escrito... Es decir, nos hacemos transparentes ante el mundo, tenemos la capacidad de hacer ver lo que no es, y viceversa... Llegamos a leer más allá de lo está escrito, más allá de lo imaginable dando rienda suelta al corazón frente a la razón,  ¿y qué ocurre? que nosotros mismos caemos en el error de descubrirnos y destaparnos, de hacernos vulnerables ante el resto y de hacernos aun más transparentes de lo que ya éramos.

Siempre hay alguna canción  capaz de expresar lo que en un momento dado sentimos. Ahora presiento dentro de mi un cúmulo de sentimientos inciertos a la vez que inesperados, sentimientos agolpados queriendo salir fuera con motivos o sin ellos... Personas que aparecen, puntos y finales que nunca llegaron a serlo y capítulos de la vida que continúan... porque... uno no se pelea si dos no quieren.
El cariño es algo que no vale dinero, pero como todos sabéis, las cosas que no valen dinero son las que más deben valorarse. El dinero va y viene, pero siempre necesitaremos un hombro en el que apoyarnos, una persona a la que abrazar y besar, cariño que recibir y regalar... ¿De que nos sirve vivir si siempre estaremos solos? ¿Sirve de algo la vida si no la puedes compartir con nadie? O mejor dicho, ¿sirve de algo la vida si no podemos compartirla con aquellas personas a las que queremos?

Abrazos gratis, besos gratis, caricias gracias... Cuando llegue el día en que alguien pueda llegar a valorarme  del mismo modo que yo le valoro a él, podré decir que ha llegado el momento de enamorarme como nunca antes lo he hecho. Mientras tanto, y tras haber reflexionado, llego a la conclusión de que el amor es libre porque todos tenemos derecho a acceder a él.

Buena semana para todos ;)

María.

lunes, 8 de agosto de 2011

Un mundo llamando "Politeia"


La semana pasada a estas horas estaba esperando a un autobús que tenía como destino Badajoz. A lo largo de mi vida he hecho ese trayecto miles de veces, pero creo, que hacía tiempo que esos 25 minutos que separan a Olivenza de Badajoz no creaban en mi esa sensación de nerviosismo.

No sabía que me depararía el futuro, desconocía cual sería realmente mi papel a la vez que las personas con las que me encontraría en la Residencia Universitaria de la Caja Badajoz, y al llegar allí... vi a Pedro, quién me recibió con los brazos abiertos, como siempre. Ruth se encontraba preparando todo, algo nerviosa y también cansada, han trabajado mucho desde el CJE para que todo esto saliese bien.

Una hora más tarde comenzaban a llegar el resto de los participantes desde todos los lugares de la geografía española. Cuando les vi a ellos me dio un vuelco el corazón, y es que, cuando se comparten ideas... se acaba compartiendo casi todo en la vida. No quiero decir con esto que cuando las ideas sean distintas no pueda compartirse nada, en absoluto, pero en Juventudes hay algo que nos une y es el afán de superación y las ganas de ser mejores cada día.

Un reencuentro: Ricardo, un descubrimiento: Borja, un conocimiento: María José. Con ellos he pasado casi las 24 horas de cada día. He compartido desayunos, comidas y cenas. También con el resto de compañeros, pero ellos... Ricardo y Borja siempre tenían algo que fuese capaz de alegrarme el día, María José, una chica inocente y leal a sus ideas, será una gran política en el futuro. Javi esa una de esas personas que cada día te sorprende más y se abre al mundo, algo tímido y risueño a la vez, y bastante reflexivo. Sé que tendré un gran amigo. Conocía a una vasca (Azahara) alocada y dicharachera, y me volví a Olivenza conociendo otra, Silvia, algo más tranquila pero igualmente graciosa. Es la sangre extremeña que les corre por las vena a ambos :P

No podía dejar de reirme cada mañana con los twuits de Julio, sus ocurrencias levantaban las carcajadas en el grupo, y Pilar, tan cabal como siempre tratando de tenermer bajo cuerda para que no cometiese ningún tipo de locuras.

Indudablemente, Politeia ha sido algo que ha marcado mi vida, un mundo aparte, y cada vez que vuelva a Badajoz recordaré momentos, vivencias y experiencias. No podré olvidar esos paseos nocturnos, ruedas de prensa a las 5 de la mañana, risas, abrazos, besos, amores... y un equipo de fútbol al servicio de toda una federación. Tampoco olvidaré los ratos de piscina, las veces que me habéis intentado ahogar y el momento "destape"... El #marypilirules quedará para la historia y el "te doy un pescozón que te visto de torero" se repetirá cada vez que nos veamos... Bailes en la discoteca, momento "María, apaga ya el radar que el equipo está completo" jajaja y otras tantas frases de Ricardo y Borja que siempre voy a recordar...

Sergio, sin ti nada de esto hubiera sido posible ya que en parte tú fuiste quién en un primer momento me animó a inscribirme a Politeia. Sabes que te quiero y te pido disculpas por lo mal que pude comportarme en un momento dado hace unos meses. No te merecías ese trato por mi parte ni esos desplantes... otra persona me hubiera enviado lejos, y sin embargo, tú aguantaste como un campeón porque sabías que estaba mal. Sólo puedo decirte algo: No dejes nunca que nadie te pisotee ni se ría de ti. Estaré aquí para lo que necesites y te protegeré de todo lo que esté en mi mano :P

Ricardo y Borja... GRACIAS, de verdad, MIL MILLONES DE GRACIAS, sin vosotros nada habría sido igual. Me alegrábais desde primera hora de la mañana hasta la siguiente (porque como no dormíamos xD) y si algo sé es que vamos a ser amigos. Me alegro mucho de haber aprovechado con vosotros esos 6 días y de haber compartido cada minuto del día con los dos. Sois muy grandes, no sólo en tamaño, también corazón :)

Politeia ha sido eso... un lugar del que nadie podrá olvidarse, un encuentro nacional de jóvenes con ideas, principios y valores... jóvenes que tienen un proyecto en mente y que merecen ser escuchados y atendidos por quiénes les gobiernan.

"La magia llega a nuestros corazones... no desaparece, permanece en la distancia... y recordar, que esto no es un adiós, sino un hasta pronto."

Os quiere,

María Núñez ;)