viernes, 10 de enero de 2014

Cuando el tiempo nos alcanza.

Cuando el tiempo nos alcanza comenzamos a entender por qué han ocurrido algunas cosas que han desestabilizado por completo algunos de nuestros planes. Lo que hace un año eran prioridades para nosotros ahora o pueden ser tan sólo recuerdos. Y es que la vida es así, cambiamos al ritmo que se producen cambios a nuestro alrededor.

Si en los últimos tiempos habéis sentido que la vida os quitaba cosas es porque dentro de no mucho empezaréis a ganar otras. Como el ciclo de vida de un producto, la vida de presenta como un ciclo de subidas y bajadas, de introducción, de crecimiento, madurez y declive. Y el análisis de todos estos condicionantes nos lleva a una crisis continúa en un tiempo determinado; crisis en las que nos paramos a preguntarnos cómo pero sobre todo por qué. Cuando preguntamos por qué queremos llegar a un fin, pero cuando nos preguntamos cómo es porque queremos que no vuelva a repetirse. El cómo nos enseña a reflexionar, pensar y madurar nuestras reflexiones; mientras que el por qué nos ayuda a aprender de un acto puntual que puede haber sido decisivo para el resto de nuestra vida. 

Y una última cosa, la vida es demasiado corta como para que nos dediquemos a hacer lo que otros esperan de nosotros, no dejes que nadie te rompa un sueño, acabe con un proyecto que con ilusión emprendiste o destroce tu ilusión por hacerte creer que no merece la pena. No dejes que sean otros los que vivan tu vida, vívela sin tener que explicar a los demás por qué lo haces, y hazles saber que ninguna opinión te hará cambiar tu perspectiva sobre lo que realmente es importante para ti. 

Primera lección: Motivación para generar ilusión.


No hay comentarios: