martes, 2 de octubre de 2012

Valió la pena.


Decidí vivir esta experiencia con intensidad, sin pensar en "el que dirán", he tratado de exprimir al máximo cada momento, y lo he conseguido. Ahora siento que me falta algo... algo que he podido tener estos días, algo llamado Libertad. 

Pensaba que sería un viaje más... pero no, ha sido "El viaje". Legendario, único, irrepetible e insustituible. Ha sído lo más parecido a la felicidad que he vivido nunca. 

Me replanteo mi vida, mi futuro. No sé si estoy siendo lo que realmente quiero ser. Toca esperar que llegue junio y decidir, decidir sobre lo que siento, sobre lo que quiero y sobre lo que soy. Me va a tocar decidir entre el "ser" y el "deber ser", y creo que llega el momento, de elegir "el ser", porque el "deber ser" ha sido hasta ahora.

Quienes me conozcáis, sabréis a lo que me refiero. Estoy constantemente inmersa en la vida política y en todo lo que la rodea y me olvido de que tengo algo llamado vida, la cual tengo algo apartada. No sé si merece la pena hacer lo que hago, pero va a llegar el momento de poner un punto y a parte a esta vida de desenfreno, para ser lo que mi corazón me dicte, y para escuchar esa voz que me susurra al oído instándome a que sea feliz, o al menos que lo intente.

Desde la habitación R12 situada en la planta cuarta... les doy las buenas noches.

María. 

1 comentario:

Ruth dijo...

Marieta, Marieta!

Y claro que te entiendo y te comprendo. Pero el ser y el deber ser van muy ligados, porque en nuestro corazón y en nuestra cabeza ese deber ser (que viene influenciado por nuestros ideales) pesa tanta como el ser.

Besos grandes y en esta vida todo vale la pena.

Valió la pena conocerte a ti y tenerte de amiga y ser tu amiga aunque vivamos a cientos de kilómetros.

:)

R.