viernes, 20 de abril de 2012

Valentía y Prudencia: ¿Separadas? NO.

En las últimas semanas estoy sabiendo entender el significado de "prudencia" en estado pleno. Y es esto de lo que hoy quiero hablaros. Llevaba días pensando sobre qué escribir y he decidido que estas dos cualidades merecían ser descritas bajo la subjetividad que se adentra en mi pensamiento.

Valentía y prudencia, prudencia y valentía; sería incapaz de separarlas a la hora de tomar decisiones. En más de una ocasión os he hablado de la toma de decisiones, complicada por cierto, pero necesaria en todos y cada uno de los ámbitos de mi vida.

Valiente fue Zapatero al retirar las tropas de Irak en el año 2004; valiente fue Zapatero al otorgar un derecho al colectivo homosexual que antes no existía, valiente fue Zapatero al impulsar una ley bajo la cual nuestros mayores se vieran protegidos. Pero si de valentía hablamos, no podemos decir lo mismo de este gobierno ruin y lamentable, que desgraciadamente considera que "los servicios públicos en este país son impagables". Hablan de que tenemos que ser austeros, pero, ¿tiene legitimidad un presidente que está ausente para pedir a la ciudadanía responsabilidad? 

Si de algo serán responsables los españoles es de haber votado al Partido Popular masivamente el pasado 20 de noviembre. Pero lamentablemente, entiendo en parte a esa gente que no tenía trabajo y que en meses sería desahuciada. Pensaban que con el Gobierno del Partido Popular llegaban las famosas soluciones, y se equivocaron. No era cuestión de personas, o sí. Era cuestión de personas en tanto en cuanto las actuaciones que ahora se llevasen si Rubalcaba hubiese ganado las elecciones serían muy distintas. La dependencia seguiría siendo una realidad, el repago sanitario no tendría cabida y la Educación seguiría siendo plenamente pública. A partir del mes de septiembre subirán las tasas universitarias, habrá menos profesores en las aulas y más alumnos por aula, habrá despidos en el sector público, y en 2013 se prevé que España alcance un 26% de paro llegando a los más de 6 millones de parados.

Y muchos dirán, esta es la España que nos deja Zapatero... Pero se equivocan. Zapatero nos dejó una España pionera en las energías renovables -que ahora no existen-, una España, con servicios sociales PÚBLICOS, nos  dejó una España de ciudadanos, y ahora viviremos en una España de súbditos.

La manipulación política llega de la mano de las televisiones que en lugar de ser públicas quedan en manos de unos cuantos, quienes decidirán que es lo que los ciudadanos deben ver en sus casas. Telediarios manipulados, debates sin esencia y una clase política poco plural en los platós de televisión. Volveremos a la España de Urdaci donde "C C O O" eran meras siglas más allá de ser uno de los dos sindicatos mayoritarios del país. ¿Y que nos queda? Que en los bancos nos regalen chapas con la cara de Rajoy.

Ir al colegio será un lujo, ponerse enfermo será un suplicio, y ser mayor... ¿Qué supondrá ser mayor? Supondrá tener constancia de que vivimos en una DICTOcracia en lugar de democracia. 

Cerremos filas, y a la carga, porque entrar en disputas internas en el partido de la oposición sólo nos llevará a ser más débiles frente a nuestros detractores. Debemos ser valientes pero también prudentes. La prudencia es una cualidad que con el paso del tiempo supone una virtud en quiénes la predican.

Dicho esto, sólo me queda una cosa por recordar: Tener amigos equivale a tener un tesoro, y  yo en los últimos tiempos me he dado cuenta de lo que supone tener tesoros que son amigos, por eso de la lealtad a la amistad y al respeto en la toma de decisiones.

Trabajo, trabajo y más trabajo.

Muchas gracias,

María Núñez.

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