martes, 4 de febrero de 2014

Volver a la vida.

Os confieso que no estaba pasando por una buena racha. Acabó el 2013 y sentí que eran muchas las cosas que tenía que dejar atrás y que otras tenía que cambiarlas, y públicamente, os confieso que voy a dejar la política de raíz. Quería contarlo por aquí, porque este es mi rincón, el lugar dónde trato de transmitir lo que pienso y lo que siento, y tal como lo he hecho siempre, creía que era importante quedarlo plasmado. No hay marcha atrás, después de mucho tiempo, muchos meses, he tomado esa decisión porque considero que es lo mejor para mí, para mi salud y sobre todo para disfrutar de mi vida.

Llevaba años trabajando por y para los demás, de manera gratuita, sin tratar de recibir nada de nadie, tratando de hacerlo lo mejor posible, pero la vida cambia y yo he comenzado a establecer otras prioridades que ahora mismo considero más importantes e imprescindibles en mi vida. Terminé la carrera, volví a mi tierra y comencé a socializarme y reencontrarme con mis círculos de amigos que sentía que tenía lejos cuando estaba fuera. He vuelto a la universidad, he comenzado a estudiar un máster en Marketing, estoy obteniendo resultados realmente buenos, y todo ello procede de mi esfuerzo, de mi motivación, de mis ganas, pero sobre todo de la exclusividad que le dedico a mi formación, y por consiguiente a MI vida. 

Entiendo que ha llegado el momento de dedicarme de verdad a los sueños que comencé a perseguir hace años, y no considero que se trate de una posición egoísta, sino que simplemente he decidido comenzar a vivir mi vida de otra manera. A unos le podrá gustar más, a otros menos, a unos podrá decepcionarles y a otros podrá agradarles, pero de lo que estoy segura es de que mejora mi calidad de vida y sobre todo mi calidad personal. Estoy aprendiendo nuevas cosas, moviéndome por ambientes que realmente siempre quise tener cerca y realizo actividades que realmente me hacen sentir feliz. Nunca llueve a gusto de todos, pero la vida es demasiado corta como para que la vivamos pensando en lo que otros esperan de nosotros sin antes pararnos a pensar en lo que nosotros realmente queremos y esperamos de nosotros mismos.
Mis padres y mis amigos me apoyan en mi decisión, se han sorprendido, y todos me han dicho que no lo esperaban, pero la vida es así, imprevisible, y yo nunca he sido una persona previsible. 

Ayer sentí que la vida me daba un vuelco. Mi amiga Isa y yo volvíamos a Olivenza cuando de repente un tarado decide adelantar a un camión cuando nosotras veníamos de frente. Paré en seco en la carretera, por momentos pensamos que nuestra vida se acababa ahí, y por momentos, en la carretera estaba el camión, nosotras, y el tarado que decidió adelantar por el medio de la carretera sin pararse a pensar que nuestra vida valía tanto como su tiempo. Nos quedamos en estado de shock, fueron los 10 segundos más lentos de mi vida, no sabíamos qué hacer, ni cómo actuar, ni siquiera qué decir... Es por eso que la vida me demuestra que estoy tomando decisiones que ahora mismo considero acertadas. ¿Y si me equivoco? Pues si me equivoco pensaré que en este momento era lo mejor para mí, para seguir siendo yo misma y para no traicionarme a mí misma. No hay nada peor que fallarse a uno mismo, y yo no voy a hacerlo. 

Gracias por la atención y siento no haberlo podido transmitir de otra manera, esta es la única manera que tengo de poder hacerlo de manera relajada, tranquila y dando las justas explicaciones. Vuelvo a mi vida, y ayer volví a nacer.



Pdta: Os dejo con algo que llevo haciendo desde hace unas semanas, entrevistas de Carnaval a murgas del Carnaval de Badajoz. Feliz, contenta y reconfortada porque no hay nada que satisfaga más que trabajar, aunque sea de manera altruista, en algo que nos hace felices. 

Un abrazo.

María Núñez.

1 comentario:

Mer dijo...

Mientras hagas lo que realmente te hace feliz, mis felicitaciones María.

Creo que ha sido una dura decisión, que la habrás pensando muy mucho, y si has decidido tomarla, bienvenida sea.

Muchísima SUERTE en el nuevo sendero :)