sábado, 15 de septiembre de 2012

Cercanía en la distancia: #15S

En un ambiente propicio, con una copa de Rioja de por medio, trataré de hablaros de algo que para mí es realmente importante: La cercanía en la distancia. Os preguntaréis que quiero decir con esto, y puedo aseguraros que no es complicado entender el significado de ambas palabras cuanto menos antagónicas.

Anoche miles de ciudadanos y ciudadanas de este país así como personas implicadas verdaderamente con esta sociedad salieron de sus casas con ilusiones, con confianza pero sobre todo con esperanza. ¿Y sabéis por qué? Salieron con esperanza porque creen que aun pueden cambiar las cosas si se hacen verdaderamente bien y atendiendo a las verdaderas razones y al verdadero fin por el que deben hacerse que es la sociedad en su conjunto y la ciudadanía en particular. Salieron con confianza, con la confianza de saber y de sentir que ellos y ellas también forman parte de esta sociedad y que mucho tienen que ver en el transcurso de la misma. Pero sobre todo, salieron con ilusión. Sí, con la misma ilusión con la que un niño o una niña abren sus regalos el día de Reyes esperando que les llegue lo que han pedido. Y bien, ¿qué hemos pedido? -os preguntaréis ahora-. Hemos pedido tener una clase política a la altura de la circunstancias, estudiantes que despierten y sean capaces de movilizar a sus compañeros y compañeras en la Universidad -que es donde comienza la Política de verdad-, pensionistas que dejen de creerse que el gobierno toma decisiones obligado por el pasado que relacionan directamente con Zapatero y por encima de todo, hemos pedido que toda persona sea cual sea su condición sexual, su condición laboral o condición geográfica se sienta en libertad de decidir y transmitir que las injusticias no son injustas sólo porque carezcan de un fin justo, sino porque el proceso que se haya llevado a cabo tampoco fuese el adecuado.

Hoy, en las calles de Madrid he visto ILUSIONES, CONFIANZA Y ESPERANZAS. Hoy he visto a más de un millón de personas diciendo "NO" a las injusticias y a las desigualdades sociales. Hoy, he podido sentir de cerca la diferencia existente entre la hija de un marqués y la hija de un obrero. La hija del marqués no estaba pasando calor, perdiendo su voz y sus fuerzas por defender sus derechos como ciudadana, pero la hija del obrero, estaba demostrando que tiene capacidad, que tiene valentía y que tiene valor para enfrentarse al cacique mayor del reino para defender la causa más justa. 

La manifestación de hoy no se me va a olvidar nunca, ya no sólo por el calor o el sacrificio que han hecho miles de españoles y españolas por estar hoy en Madrid, sino porque he recordado, entre Política de calle, entre compañeros y compañeras, y entre "causalidades de la vida" lo es que volver a encontrar ciertas sensaciones olvidadas en un baúl de los recuerdos.

Cercanía en la distancia... En la distancia del momento, en la distancia de los besos... Distancia en la cercanía de la mirada. A veces, sobran las palabras. Hoy, es uno de esos días.


María Núñez.

1 comentario:

Mer dijo...

Te dije que leería tu entrada...; y así ha sido.
Me alegra saber que has recuperado tu lugar en la Política, que sabes que SE PUEDE.
Excelente, como siempre.

PD: Por cierto, a los extremeños mucho os gusta el vino! xD