martes, 31 de mayo de 2011

El esfuerzo es la base de una vida satisfactoria.



Desde pequeña he sabido lo que era el esfuerzo. Mis padres trabajaban (y lo siguen haciendo) gran parte del día y yo pasaba el día con mis abuelos. Eso explica el respeto, amor y cariño que les tengo. No podría concebir mi infancia ni ellos, mejor dicho, no condibo mi vida sin ellos.

Aprendí a hacerme el desayuno, a bañarme sola, a vestirme, y hasta a cuestionar a mi madre cuando iba a ponerme la ropa por las mañanas. Recuerdo que todos los días le montaba un numerito porque quería ir a mi antojo al cole... xD

La cuestión es que hoy siento la necesidad de darle las gracias, una vez más. Sé que debería hacerlo personalmente, pero a veces la vergüenza en ese caso me puede ya que no es que me guste mucho echar lagrimitas delante de mis padres.

El otro día, concretamente, ese 22 de mayo que nunca olvidaré, derramé más de una lágrima , de dos y de tres... Sentí por un momento que lo perdía todo, y aun no había hablado de eso aquí. Lo haré más adelante, pero estoy esperando que pasen unos días más para poder analizar la situación como politóloga en potencia y no como mera militante socialista que ve como cae su gobierno.

A lo que iba, cada vez que apruebo un examen y me felicitan por ello, siento la necesidad de darles las gracias a mis padres por dejarme vivir la vida que quiero y dejarme disfrutar de esta maravilllosa ciudad en la que me encuentro. Madrid no me ha quedado grande como algunos podían pensar y estoy aprovechando cada momento. Este año es duro, muchas asignaturas, pocas asistencias a clases por motivos varios... y es que, yo no concibo mi vida unicamente yendo a clase.

Siempre le digo a mis padres que "Madrid es la ciudad de las oportunidades", y que eso es lo que hago, aprovechar cada oportunidad que se me presenta para formarme, ser persona y adecuarme al medio en el que me gustaría realizarme como tal en un futuro. Si unicamente mi vida se basase en ir a la universidad, estaría perdida y hundida.

Me gusta la acción, me apasionan los retos, las aventuras, y sí, las jornadas y actos que el Partido Socialista y Juventudes Socialistas me brindan.

Desde aquí, y con una canción a Serrat, doy las gracias a mis padres por darme el gusto y brindarme la posibilidad de realizarme como persona en Madrid, y a mis abuelos, por haberme enseñado que la vida hay que vivirla como uno quiere, y que nada se consigue sin esfuerzo.

El esfuerzo es la base de la satisfacción de poder llegar a ser aquéllo que queremos. Prometo no defraudar, prometo no decepcionar y prometo ser lo que siempre he querido y lo que a mi abuelo le hubiera encantado. Nunca te olvido, y lo sabes.

Os quiero :)

Mil besos,

María.

1 comentario:

Ismael dijo...

IMPRESIONANTE MARÍA! Un blog muy bueno y escrito con una sutileza increíble para elegir el vocabulario adecuado. Es impresionante la facilidad que tienes para decir todo lo que quieres y expresarlo con esa fuerza y ese sentimiento. Sin duda vas a tener mucha suerte en el futuro y en todo lo que quieres hacer. Sigue con tu camino en el que te encontrarás obstáculos y dificultades pero con palabras y blog como este llegarás muy lejos. Un beso.