miércoles, 13 de abril de 2011

14 de abril, Carrillo Rector de la UCM.

Hace 80 años en una noche como la de hoy, los españoles salían a la calle a celebrar que se había proclamado la II República.

La ilusión invadía el corazón de los españoles y las banderas tricolor vestían de alegría las calles del país y muy especialmente de su capital, Madrid. Los vítores más destacados: "Viva la República", y un dicho que quedará para la posteridad: "Salud y República".

La noche de hoy puede ser comparable. José Carrillo ha ganado las elecciones a Rector de la Universidad Complutense de Madrid, y quienes le apoyábamos a parte de sentir un alivio, estamos contentos, muy contentos.

Tiene cuatro años para demostrar lo que vale, lo que pretende hacer y lo que entiende por Universidad Pública, LAICA y de calidad. Será un rector para todos, y no sólo para unos pocos. Luchará contra el peor enemigo: La presidenta de la comunidad de Madrid (aunque esperemos que sólo hasta el 22 de mayo) y lo más importante y a la vez complicado, tendrá que seguir manteniendo la confianza entre profesores, PAS y estudiantes. Sin duda, los estudiantes somos el sector más crítico de toda universidad que se precie, y por supuesto, la Complutense se precia.

El hecho de que José Carrillo sea nuestro rector es un reto y un triunfo para quienes creemos en la democracia, en las buenas formas, en la tolerancia, en la igualdad y lo más importante, en la libertad.

Somos libres de creer y pensar lo que queramos, y por tanto, también de defender aquéllo en lo que creamos en el seno de la Universidad siempre y cuando el defender ese algo no implique tirar por tierra ninguna otra idea tan legítima como la nuestra.

La moderación, el virtuosismo y el punto medio, se agradecen. No me gustan los extremos, ni de izquierda ni de derechas, y como decía Aristóteles, en el término medio está la virtud. Por eso, hoy he votado a Carrillo, confío en él y espero que no me decepcione.

Me he tomado la jornada electoral como si de unas generales se tratase. Mientras unos se dedicaban a insultar, otros nos dedicábamos a ensalzar la figura de nuestro líder dándole a conocer.

Ahora, podemos decir que esta vez si hemos vencido, pero en este caso, la sangre no ha tenido que llegar al río y no hemos necesitado una guerra para ver quien vencía. La diferencia entre ellos y nosotros está en la palabra, está en utilizar los instrumentos legítimos para alcanzar el poder, nosotros creemos en la democracia, ellos confiaban en el "no pasarán". Hemos confiado en nuestras posibilidades, hemos apostado fuerte y hemos ganado.

Con Carrillo, hemos ganado todos. Gracias a todos, y sólo me cabe hacer dos menciones especiales:

La primera para tí, que luchaste en favor de la República y la libertad, no permitiendo que ni una gota de sangre se derramase mientras Olivenza estaba en tus manos y tu eras responsable, te admiro sin nisiquiera haberte conocido. Y la segunda para ti, abuelo, que fuiste quién recogió el testigo, quién inculcó a mi madre una serie de valores, y gracias a quién hoy puedo decir que soy una socialista honrada, honesta y orgullosa de serlo.

Salud y República,

Os quiero.

María ;)

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