domingo, 3 de abril de 2011

Nacionalidades en forma de diputad@s...

La universidad Pablo de Olavide de Sevilla vuelve a su rutina, los trajes de chaqueta dejan de verse por la upo, los tacones ya no suenan en las inmediaciones de la universidad, todo apunta a que la SICE 2011 ha llegado a su fin. No dudo del trabajo realizado por el COSICE, las horas de sueño empleadas en este proyecto que hace 3 años entró en mi vida y que ha sido más fiel a mi que cualquier chico que haya podido conocer nunca; no dudo de los obstáculos que han podido encontrarse en el camino, profesores capuyos que han puesto prácticas y seminarios cuando más había que currar y posibles irregularidades en cualquier ámbito. No dudo, en que ha habido problemas con los espacios, los pagos y el material que llega a destiempo. La SICE es una de esas experiencias que marca tu vida para siempre, dónde posiblemente conozcas a personas que entran en tu corazón y que difícilmente salen, y dónde la distancia se impone más que nos pese. Aun así, hay algo a lo que la distancia no se impone, al amor. Sí, han leído ustedes bien. No se impone al amor que pueda surgir entre dos personas que aun siendo diferentes y tengan ideas muy distintas puedan llegar a quererse. Para posibles malentendidos, no hablo de mí, pero podría decirse que es algo que de un modo u otro me ha tocado vivir anteriormente. No obstante, en este caso, auguro un buen futuro, o al menos, lo deseo. Cuando llega la prensa y te dice: Dime en una frase o una palabra, que supone la SICE para tí, lo que a mi se me ocurre es Ilusión. Otros compañeros han nombrado el Socialismo Afectivo que se convirtió en un mito el año pasado, y que en éste, se ha constituido como una institución. Para mi es ilusión porque lo abarca todo, y a tod@s. El primer día, llegamos sin conocernos, llegamos inseguros, sin saber qué hacer ni qué decir, pensando: ¡qué he hecho! la voy a cagar... y conforme pasan los días -que por cierto, cada vez más rápido- nos damos cuenta de que nos hemos embarcado en la mejor aventura de nuestras vidas. Nos hemos embarcado en un proyecto que cambiará por completo nuestro parecer. Este año he tenido el placer de ser portavoz de ULP. Al principio estaba desconcertante, no quería defraudar a nadie, y menos a la organización. Era la oportunidad perfecta para demostrar que los errores se enmiendan al igual que las leyes y que podría dar de mi, todo lo que el año pasado no pude. He reído, he llorado, he disfrutado y he sentido la SICE muy dentro de mi. Sentí un cierto cosquilleo recorriéndome el cuerpo, sensaciones internas que no podría describir, momentos irrepetibles que jamás olvidaré y compañeros que han sido como una familia. No podría decir absolutamente nada negativo de cada uno de los 7 magníficos que tenía en mi partido, pero si hay alguien que se merece una mención especial -y espero que no os moleste a ninguno- ese es Fran. He de reconocer que ha sido mi debilidad. Y sin tapujos, tenía ganas de conocerle, el año pasado me quedé con ganas, y le apreciaba sin ni siquiera haber mediado palabra con él. Este año tenía la oportunidad de darme a conocer tal y como soy y de robarle un trocito de su corazón. Creo que he cumplido mi misión y que el cariño es completamente mutuo. Me debes una foto, una despedida, y yo te debo un regalo :) Los días en los plenos, comisiones y reuniones de grupo parlamentario se hacían eco de la rutina propia del Congreso de los Diputados; las noches de fiesta, risa, alegría y algún que otro "nabito" por el albergue se convirtieron en la esencia nocturna de la SICE y en el Festival Nocturno de Hormonas propios del Socialismo Afectivo. Cada noche volvía al albergue con personas diferentes, los taxistas se preguntarían quiénes éramos, hablando de enmiendas, de leyes y votaciones hasta en las cenas; menciones al juego del semáforo en el autobús y un atril que se acostumbraba a ver pasear a diputados y diputadas desfilar por las inmediaciones del paraninfo. Hoy, tan sólo me queda el recuerdo. Me queda la esencia de la SICE, me quedáis vosotros, mis amigos y compañeros de partido, me queda todo lo que esta semana ha supuesto para mi: un cambio de aires bien avenidos y un brote de ilusión a la deriva. Ahora me siento como el titanic, tocada y hundida. Tocada porque una parte de mi está en Sevilla, y hundida porque aunque me pese, mañana no podré sentir la sensación de ver la upo vacía... no podré desear el ver aparecer un autobús repleto de diputados con traje y diputadas con tacones, no podré ver maletas, ni leyes que son enmendadas, ni siquiera colas incansables en una cafetería sin humos. No podré reirme con Santi, ni con Paola, no sentiré cerca los pica pica de Nuria, ni el sentido de la coherencia de Adriana, no estaré para ver como Miguel intenta sacar de quicio a la gente y como Pedro intenta calmarles, tampoco veré a Toni darlo todo por la clase (ni por la patria), ni a Basi siendo el primero de la clase... y por supuesto, no podré ver como Alba tiene todo bajo control. Álvaro, tú también me haces mucha falta... Napo eres un caso aparte tío, mi barba roja preferido :P En fin chicos, que no puedo decir más que espero que el abrazo que os mando os llegue en forma de sms... Nos vemos en la feria, nos vemos en la SICE 2012, y espero que la cámara dé luz verde a la proposición del diputado más maravilloso de esta edición. Vuelta a la rutina... Madrid me necesita. Os quiere, La señorita portavoz de ULP, María Núñez Rodríguez

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