domingo, 5 de febrero de 2012

Una fuerza que me embauca...

Creo que el día de ayer fue uno de los más duros de mi vida política y personal en general. Me sentí vacía, algo inútil a la vez que desconsolada. Me faltaste tú, me faltó ese alguien capaz de explicarme por qué ocurren unas cosas en lugar de otras y por qué no cambian las cosas cuando se supone que deberían haberlo hecho. 

Sentí que nada había merecido la pena, y al echar la vista atrás me di cuenta de que si por algo merecía la pena estar aquí era por las personas que estaban tan desconsoladas como yo y tan decepcionadas como tú lo hubieras estado de haber vivido un día como el de ayer. 

A los socialistas nos gusta que cuenten con nosotros, que nos dejen decidir y que nos dejen elegir quiénes se supone que serán nuestros representantes. Un representante es aquél que lleva la voz de todos a un lugar importante, que en este caso, es el Parlamento, y que también debería ser la calle. Ante esto, nos encontramos con la paradoja de que somos nosotros, los de a pie, los que no tenemos nada, quiénes llevamos la voz de todo un partido por las calles. Pero los ciudadanos nos piden más, nos piden responsabilidad y nos piden compromiso.

Les venimos decepcionando de un tiempo a esta parte, y creo, que aun no hemos entendido lo que nos piden. Una única cara visible no puede representar a todo un partido y mucho menos a toda la gente que se integra en él, que recordemos, es el mayor activo que puede llegar a tener. El liderazgo de un partido debe englobar a todos y cada uno de los militantes, y la democracia interna real y efectiva, sin presiones ni amenazas, debe ser la bandera que llevemos con orgullo. 

¿Sabéis? Ayer me sentí decepcionada. Sentí que se acababa un ciclo para mí, sentí que retrocedíamos en el tiempo, por eso de la presión y la amenaza, por eso de la coacción y las miradas indebidas. Ayer sentí que este no era mi sitio, me avergoncé de haber formado parte de este algo. Por la noche, alguien me dijo un puñado de sabias palabras haciendo alusión a mi abuelo... Chantaje emocional lo llamo yo. Esta es la última oportunidad que le voy a brindar al Partido Socialista Obrero Español. Para mi nada ha cambiado ni empezará a hacerlo porque quiénes de aquí hacia atrás han tenido un discurso, es complicado que lo cambien a pesar de que pretendan hacernos ver que lo van a cambiar.

¿Mi interés? Única y exclusivamente es el de no ver hundido el partido por el que miles de personas murieron defendiendo lo que nosotros hemos dejado de defender, la democracia. Porque democracia no es hacer el paripé, democracia es poder decidir sin presiones, sin coacción y sin amenazas. Democracia es capacidad de decisión y de elección, y ayer, en el 38 Congreso del PSOE, se nos negó a la militancia una vez más el derecho a decidir de manera directa quién queremos que sea nuestro secretario general.

Mi profesor de economía el otro día me decía: "María, soy libre, y de eso me siento completamente orgulloso." Yo también lo soy, y por eso puedo hablar con libertad aunque el día menos pensado me abrirán un expediente y entonces si que será el fin de un ciclo dónde todo hubiera sido demasiado bonito para ser verdad.

Gracias,

María.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad que los votos se consiguen en la calle hablando con amigos con vecinos, en los siñones se consiguen pocos. Como socialista estoy contenta pues yo preferia a Rubalcaba, en mi agrupacion los militantes malloritariamente votaron por Chacon. un delegado un voto. Hay que respetar las mayoias. Y a sin lo han decidido los que tubieron la suerte de estar en el Congreso de Sevilla.

María Núñez dijo...

Una cosa es respetar las mayorías, que fueron 22 votos de más, y otra no denunciar las presiones y coacciones que se sufren, que son bastantes ;)

Anónimo dijo...

Muy bonito María. Creo que la mejor decisión que has podido tomar ha sido quedarte. El PSOE necesita personas como tú; personas que aunque, no cara a las cámaras, luchen día a día, donde debe hacerse, en la calle, por recuperar la esencia del partido. El PSOE necesita reinventarse a sí mismo; incluso, me atrevo a decir que necesita volver sobre sus pasos para ser, de nuevo, un partido al cual los obreros y los de izquierdas voten porque se sienten identificados. El PSOE necesita volver a ser un verdadero partido de IZQUIERDAS, un partido DEMOCRÁTICO, empezando por sus bases. Mucha suerte guapa!

Mer_23

Eva Matarín Rodríguez-Peral dijo...

María, cuanto en cualquier tema de la vida te eche un pulso la desilusión y la decepción, recuerda que la perseverancia es el primer camino para el éxito. Yo estoy convencida de que si gente como tú que quiere que haya "un militante un voto" continua en el partido trabajando y luchando por conseguirlo, un día tendremos la ilusión de poder ver con orgullo que el partido se moderniza y continua su trabajo en avanzar en calidad democrática. Cuando la decepción supera a las personas, el futuro no queda marcado por los cambios...
Ánimo compañera y con ilusión, que es el motor de los avances!! :D