lunes, 8 de marzo de 2010




Cierro los ojos y me encuentro inmersa en un sueño...quizás una vida deseada, o algo que tarde o temprano tendrá que suceder. Imagino como serían las cosas, imagino las sonrisas, las muestras de cariño y las ganas de seguir hacia adelante... Esas que me motivarían cada mañana a seguir siendo yo misma, a intentar cambiar lo que no puede seguir siendo igual...

Imagino una ciudad: Madrid; la calle llena de gente, el cielo lleno de estrellas, y un paseo infinito por la Gran Vía. Escuchar los susurros en el Retiro, el agua reflejada en un Palacio de Cristal, y dos leones portando a una tal Cibeles... ¡qué gran sueño el mío!

Creo que sería una vida diferente, completamente diferente...

Ahora sé que no sería difícil caminar por allí, llegar de una punta a otra en cuestión de minutos... ni siquiera lo sería montarte en el metro a las tantas y empezar a cantar, conocer a gente y tener más cara que espaldas... que líos de líneas, amarillas, rojas, verdes...que si circular, que si esto que si lo otro...!

Sé que mi futuro está allí, y que tarde o temprano, estaré en Madrid. No me importa pasear a las 2 de la madrugada por una ciudad como Madrid, repleta de gente y donde las gotas ni se sienten... =)

No tengo que seguir, ¿no?

Mientras tanto, seguiré soñando... qué remedio...

Un besazo enorme!!

2 comentarios:

José Antonio De la Maza Caballos dijo...

¿Y que esa sensación no te la transmita sevilla?, la ciudad por la que han pasado grandes figuras como washingto Irving, y se han quedado maravillados desde los romanos a los musulmanes. Esa misma niña bonita que se esconde por sus calles y huele azahar. La que es tan tímida para reconocer que vive escondida en un pequeño callejón del barrio de Santa Cruz y sin embargo abre sus alas para volar por los remedios en un alarde de salero, una mañana de feria. Es esta joven y a la vez añeja ciudad a la que becker dedicó poemas.
Es esa sevilla que alzándose con giralda alta en el cielo y mirando al horizonte con orgullo sirve de mira y añoranza a románticos y de bandera a todos los españoles.
Permiteme que discrepe contigo, permiteme que cada suspiro de aire que se me escapa, cada mirada que mis ojos proyectan sea para sentir muy dentro el calor de esta ciudad, y si me conoces sabras que mi pasion es carmona (la siempre leal y noble carmona), pero por Derecho he de exaltar lo que de suyo tiene mi Sevilla, lo que centenares de personas vienen cada año a descubrir, y tu que lo tienes no lo sabes apreciar. Disfrútala mientras puedas, que en el futuro la morrilla te invadira y querras volver a vivir lo que solo aqui se puede sentir.

María Núñez dijo...

Sabes que me quedo... que aun tengo cosas por descubrir aquí, personas a las que conocer, sueños y proyectos que cumplir... una universidad en la que trabajar, por y para ella, más que nada, por y para vosotros, a fin de cuentas, nosotros.

Gracias Toni, de corazón, gracias.